Bienvenido al Territorio Selk'nam. Aquí encontrarán información relevante sobre este pueblo originario.
El Territorio contiene cuatro temas principales: Pueblo (Historia, Gente, Lugar), Lengua (Uso, Palabras), Costumbres (Rituales, Cosmovisión) y Arte. También hay un Mapa Interactivo que hace un recorrido por el Territorio en forma animada. Los profesores y alumnos encontrarán estos contenidos (textos e imágenes) en página única que podrán imprimir y leer con calma.
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Constituían un pueblo nómade que mantenía una economía de subsistencia basada en la caza terrestre, principalmente aves, que se complementaba con la recolección de frutos, hongos y raíces silvestres, junto con algunos productos marinos.
Se caracterizan por la elaboración de puntas de proyectil más perfeccionadas y eficaces que las de sus antecesores.
Los Selk'nam estarían emparentados con los Aonikenk o Tewelches del sur a través de un tronco común, del cual los primeros se habrían separado ocupando la Tierra del Fuego.
Selk'nam es el nombre con que los habitantes nómades de Tierra del Fuego identificaban a su pueblo y cultura. Por ello hoy en día se privilegia esta denominación, ya que el nombre Ona otorgado por los Yagáns y luego popularizado desde la colonización del territorio austral, no emanó de la propia cultura Selk'nam.
Esta cultura, poseía un amplio mundo espiritual manifestado en ceremonias como el Hain, ritual de iniciación sexual en el que se revelaba a los adolescentes ciertos secretos tendientes a preservar su orden social: el patriarcado.
Entre los utensilios domésticos destacan los canastos producidos por las mujeres, elaborados con juncos y una técnica de trenzado en espiral.
Se confeccionaban bolsas de cuero de zorro o lobo marino para el transporte de agua, y otras más pequeñas para transportar utensilios personales durantes los viajes, además los cazadores llevaban en ellas piedras de chispa y hongos secos para hacer fuego, y plumas para las flechas, tendones de guanaco y otros instrumentos.
El Taha'l era una cuna diseñada para transportar y depositar a los hijos pequeños. Se construía con madera de roble y se cubría con piel de guanaco.
Tenía forma de escalera plana y se asemeja a la cuna usada por los Aonikenk. Sobre la escalera, elaborada con dos varas de alrededor de un metro y 12 a 15 palitos perpendiculares espaciados entre sí, se disponían pieles delicadas y bien curtidas de chulengo, guanaco joven, que permitían formar un colchón mullido y protegido para el lactante.
La capa de la mujer, en cambio, se afirmaba mediante dos nervaduras de guanaco alrededor de los hombros. La piel de guanaco le servía para proteger a sus hijos pequeños del frío, ya que los colocaba en su espalda bajo ella.
La vestimenta femenina constaba además de:
Delantal, también confeccionado con piel de guanaco, que se usaba por debajo de los senos y cubría desde el vientre hasta las rodillas. Ellas no se quitaban nunca esta prenda en público; de la capa, en cambio, se desprendían fácilmente.
Mocasines, zapatos fabricados con la piel de las extremidades del guanaco, cosidos con el pelo hacia fuera.
Koschel , adorno triangular usado como tocado capilar, al que le atribuían poderes mágicos en la caza. Se confeccionaba con la piel de la cabeza del guanaco y cubría la frente de los cazadores. Las nervaduras del animal servían para sujetar el atuendo a la cabeza.
El Po'o era usado sólo en ocasiones especiales por algunos hombres. Era un tocado capilar, conformado por plumas adheridas a una tira, que se colocaba en la corona de la cabeza.
Los Selk'nam se esmeraban en su presentación personal. Cualquier oportunidad era buena para pintarse el cuerpo y el rostro. Los adornos más usados entre mujeres y niñas eran los collares de conchas de moluscos y de huesos de ave.
En la vida diaria los hombres no llevaban adornos y sólo en escasas ocasiones alguno de ellos usaba una diadema de plumas, lo que constituía un privilegio e indicaba que estaba cumpliendo un rol especial, generalmente durante una ceremonia.
La vestimenta principal era una larga capa de piel de guanaco que les servía para protegerse, cubriéndolos del frío, desde el cuello hasta las rodillas. En ocasiones esta capa se confeccionaba con piel de zorro o cururo, este último era usado por los grupos de más al norte. Las pieles se raspaban y luego se dejaban secar estiradas mediante estacas. Entonces se procedía a unirlas mediante nervaduras del mismo animal, usadas como hilo.
La capa del hombre no se fijaba a ninguna parte del cuerpo, por lo que debía sujetar los dos bordes superiores con la mano izquierda sobre el pecho. Esto permitía a los cazadores quitarse la capa con mayor facilidad
La familia era el núcleo básico. Era común el matrimonio monógamo, aunque un hombre podía tener dos mujeres.
No se conocía una jerarca o cacique entre los Selk'nam, debido a su organización en familias.
Sólo los chamanes, llamados Kon a quienes se les reconocía ciertos poderes, eran respetados y temidos. Ellos curaban a los enfermos y se encargaban de las ceremonias religiosas.
En las relaciones sociales, basadas en el parentesco, primaba el patriarcado, expresado en el establecimiento del matrimonio en el hogar del marido (patrilocal). En cada familia podían existir cuatro a cinco generaciones.
El territorio Selk'nam, propiedad de una familia extensa, se subdividía tradicionalmente en unos 40 distritos familiares que tenían límites conocidos por todos, según el etnólogo Martín Gusinde. Para ingresar a otro territorio, los Selk'nam debían tener el consentimiento de sus vecinos.
Nómades y cazadores terrestres de la isla grande de Tierra del Fuego, los altos Selk'nam se alimentaban de aves, guanacos, zorros colorados y cururos, lo que se complementaba con la recolección de productos marinos, como mariscos o alguna ballena varada. Esto reunía a toda la comunidad Selk'nam y en ocasiones, compartían con los Yagán.
En 1881 se inicia la colonización moderna de la isla: el hombre blanco viene tras el oro austral.
Posteriormente, grandes inversiones destinadas a instalar en la Patagonia la ganadería, promovieron el exterminio de los Selk'nam, cultura que no conocía ni entendía la propiedad privada, y por ende consideraban natural la cacería de las ovejas.
Debido a esto, tanto los empresarios del oro como los ganaderos, pagaban a un tipo más especial de cazadores, los cazadores humanos, la muerte de los indígenas: con un par de testículos, los mercenarios cobraban su dinero.
El clima frío y seco actual de la Patagonia Austral, no siempre fue así.
Desde el 3.000 a.C., el clima habría comenzado a cambiar su calidez por frialdad y su humedad por sequedad ambiental, hasta llegar a las actuales condiciones de la zona. Guanacos, zorros colorados, cururos y una gran diversidad de aves, conforman la fauna autóctona del territorio.
Los cazadores fueguinos aprovechaban las raíces, diversos hongos y frutos silvestres que les proporcionaba el bosque fueguino y la estepa de su ecosistema.
Una ballena varada en la costa, las relaciones de intercambio, los torneos de lucha que marcaban el fin de las hostilidades entre las familias, las ceremonias de paz, o los ritos funerarios de un ser destacado, eran ocasiones en las que la comunidad se reunía.
La muerte de una ballena atraía la concurrencia de todos, inicialmente por el fuerte olor y luego por los fuegos encendidos por descubridores del animal, con el fin de llamar al resto de los Selk'nam. Estas ocasiones, en la que había comida para todos, eran propicias para realizar la ceremonia de iniciación de la adolescencia: el Hain.
Los Selk'nam llamaban Karukinká al territorio que los acogió hace unos 10.000 años, la misma tierra que los españoles denominaron inicialmente Tierra de los Humos y finalmente Tierra del Fuego, debido a las fogatas que los indígenas encendían en las noches y que los conquistadores veían desde alta mar.
Los Selk'nam explican este hecho a través de leyendas que narran como sus antepasados quedaron aislados en la nueva tierra, cuando el agua cubrió el paso separándolos definitivamente de sus hermanos continentales.
Dos organizaciones religiosas crearon reducciones para los indígenas sobrevivientes: una en Isla Dawson y otra en Ushuaia. La primera, creada por un misionero salesiano, logró reunir a cerca de 1.000 Selk'nam, pero fue cerrada en 1912.
En sólo ocho años, la población se redujo a unos 270 indígenas, quienes sobrevivían bajo la protección de los hermanos Bridges, anglicanos, según constató en 1920 el antropólogo Martín Gusinde.
El secreto que se les transmitía a los iniciados en la ceremonia del kloketen era el siguiente: «en los inicios los hombres estaban subordinados al poder que ejercían las mujeres. Ellas tomaban las decisiones importantes para el mejor desenvolvimiento de su grupo. Los hombres sometidos a esta voluntad se dedicaban a las labores domésticas: mantenían el fuego, asaban la carne, cuidaban a los niños y trabajaban el cuero. No podían rebelarse porque el ritual del Hain, que realizaban las mujeres les producía gran miedo. Este consistía en una ceremonia en que ellas pintaban su cuerpo y simulaban ser espíritus... Así permanecieron largo tiempo, sin descubrir que los espíritus que los atemorizaban durante este ritual, sólo eran las mujeres disfrazadas para mantener su dominio sobre ellos. Ellas mismas se pintaban el cuerpo y se colocaban las máscaras de corteza sobre sus cabezas... Entre todas estas astutas mujeres, la mujer luna, Kra, era la más poderosa. Estaba casada con Kran, el hombre sol cazador de guanacos, Kran y Kra vivían con los howenh, pero Kran era un chamán astuto y descubrió que en la choza grande había solamente mujeres y que no estaban los presuntos espíritus... Entonces los hombres acometieron contra ellas. Hubo una terrible lucha. Sólo algunas mujeres pudieron escapar. Los hombres, después de matarlas a casi todas, instauraron un nuevo orden social: ahora son ellos quienes se disfrazan para espantar a las mujeres, las que fingen aterrorizarse y aceptar el dominio de los hombres que dicen ser los espíritus del universo.»
Esta ceremonia que se realizó por última vez durante las primeras décadas del siglo XX, tiene su referente en un tiempo primordial donde eran las mujeres quienes ejercían el control social dentro de la comunidad Selk'Nam. También denominada Kloketen estaba dedicada a la iniciación de los jóvenes varones en la vida social adulta. Este ritual en el que sólo podían participar los hombres obligaba a los iniciados e iniciadores a mantener un absoluto secreto sobre lo que allí ocurría. Consistía en el enclaustramiento de los jóvenes en la choza grande, alejada de las otras, donde eran sometidos a una serie de impresiones fuertes causadas por supuestos espíritus que los asustaban. Estos no eran otros que los propios hombres ya iniciados y experimentados. Como parte del examen para ser reconocidos como adultos y cazadores, los candidatos debían soportar exigencias que demostraran dominio sobre sí mismos. Cacerías solitarias, limitación de los movimientos permitidos, de la expresión, del sueño, alimentación escasas. Se les exhortaba a corregir su carácter. Pero lo más importante era la iniciación e ingreso de los varones a una cofradía masculina encargada de mantener la sumisión de las mujeres, sobre lo que se basaba la estructura social Selknam.
El aspecto más importante e interesante de la ceremonia Hain es el acoso que se hacía sobre el muchacho por parte de terroríficas representaciones de espíritus y ante las cuales el joven debía permanecer lleno de gallardía y valor. Los más conocidos de estos son Kótaich, o el espíritu Short. Xalpen era otro, pero de naturaleza femenina. También se encontraba Ulen, el espítiu Tanu y Matán.