Las tribus Pikunches vivían en el área central de Chile.
Los cronistas españoles nos han dejado abundante información sobre el desarrollo en que se encontraban estas tribus. Los llamaron Pikunches, hablaban la lengua mapuche al igual que araucanos y williches, pero culturalmente estaban en un nivel superior debido a la adquisición de ciertas técnicas más evolucionadas, fruto de sus contactos con los pueblos del norte.
Enterraban a sus muertos bajo túmulos; poseían unas piedras horadadas que, provistas de mangos pudieron ser usadas como herramientas agrícolas.; tallaron pequeñas cavidades en grandes bloques de piedra conocidas como piedras tacitas, cuya función pudo ser la de morteros o depósitos de ofrendas ceremoniales.
Elaboraron una cerámica decorada con forma de trinaquio, distinta a todas las culturas prehispánicas de Chile.
Sociedad
El caserío constituido por aprox. 300 personas, tenía como jefe a un cacique, dignidad hereditaria que gobernaba en forma independiente y autónoma de los otros caciques.
Cada una de estas unidades ejercía derechos de propiedad sobre la tierra cultivable; sin embargo los bosques y pastizales utilizados por rebaños de llamas y guanacos, fueron compartidos por todos.
Dentro del caserío los trabajos eran comunitarios. Solían invitar a trabajar con ellos a miembros de otras comunidades retribuyéndoles con fiestas, comidas y bebidas. Esta actividad social se denominó mingaco.
Las tribus Pikunches eran muy diferentes a las del norte. La abundancia de agua y la mejor calidad de los terrenos no los obligó a unirse en grandes grupos para emprender pesadas construcciones agrícolas, motivo por el cual tampoco se hizo necesaria la presencia de una poderosa autoridad central.
Simplemente cavaron canales para regar la tierra, tarea que podían asumir perfectamente los miembros de un caserío, ya que durante la siembra sólo requerían de un palo puntiagudo, la coa, para enterrar las semillas.
Formas de Vida
Cultivaban maíz, porotos, teca, calabazas, ají, quinoa, oca, maní y papas. Todos ellos, a excepción de la papa, se importaron desde el norte.
La dieta alimenticia era complementada con carnes (cuy, guanaco, llama), peces y mariscos provenientes de intercambios con los changos de la costa.
Existían dos grupos sociales que revelaban más diferencias de status que económicas.
Caciques y chamanes, ocupaban las más altas jerarquías.
No presentaban, a diferencia del Norte, indicios de una pronta transformación en jefaturas, porque el sistema agrícola no impuso la presencia de un aparato burocrático para orientar y dirigir tareas con enorme inversión de energías, como sucedió en el desierto.
Historia
Los Pikunches también sufrieron la dominación Inca. Aunque constituían una rama de los Mapuche, eran menos belicosos que aquellos.
Con suficientes tierras y muy ricas, las guerras de expansión fueron escasas.
La poca resistencia ofrecida a los Incas hizo que estos no introdujeran grandes cambios en la estructura social, sino más bien los incorporaran al imperio a través de sus mismos caciques, convertidos en nobles del incanato.
También, para ejercer un control más directo trasladaron colonias de indígenas quechuas, aportados por el incanato. Eran llamados Mitimaes, y su presencia se encuentra ratificada por los restos culturales incas encontrados en cementerios, especialmente cerámica, como arívalos, y otros elementos propios de la civilización incaica.
Gente Alzada
A los indígenas que habitaban al sur del río Maipo, los Incas les dieron el nombre de Pormocaes o Purumaucaes, que en quechua significa gente alzada. Sin embargo se piensa que constituían un subgrupo de los propios Pikunches.
Por causas del mestizaje y la asimilación cultural, los Pikunches perdieron su personalidad étnica y, hacia fines del siglo XVII su población había disminuido notablemente, y los grupos restantes se encontraban españolizados en lengua y costumbres.
La provincia de los Pormocaes, según Vivar, comenzaba siete leguas al sur de Santiago, en un lugar donde los cerros hacen una angostura (se refiere a la angostura de Paine) y alcanzan hasta el río Maule.
Los Incas les asignaron este nombre porque: vistos su manera de vivir, los llaman Pomaucaes, que quiere decir lobos monteses y de aquí se quedaron Pormocaes.
Adoraban, según el mismo cronista: al sol y a las nieves porque les dan el agua para vivir.