La humedad del clima sureño ha impedido la conservación de estos objetos. Sin embargo los rastros de la cestería mapuche pueden seguirse a través de los relatos dejados por los primeros cronistas españoles y posteriormente por viajeros.
Son de carácter utilitario principalmente. Este cesto mapuche se puede considerar dentro de los más representativos de su cestería. Es de un tejido muy firme y tupido que junto a las características de su fibra de gran rigidez forman un contenedor de gran resistencia y capacidad. Sirve para contener, trasladar y lavar alimentos tales como el trigo y el mote.
Llepu o balai es el nombre que recibe este cesto de origen mapuche, que se ocupa principalmente para aventar y limpiar los cereales. Se teje en distintos lugares de la misma forma pero de distintos materiales: con ñocha en Arauco, con quila en Cautín y con Boqui Pilfuco en San Juan de la Costa. La técnica utilizada es la de aduja, con la que resultan objetos de gran resistencia y duración.
Cesteria williche de San Juan de la Costa
La cestería en boqui de San Juan de la Costa, localidad ubicada cerca de Osorno, es característica.
Se elaboran dos tipos. Aquella que usa la "quila" como materia prima, sirve para hacer canastos de diverso tamaño destinados a la venta y al consumo doméstico: roperos, cestos para lavar la ropa y la lana. Canastos para guardar el trigo, para recoger papas o murtas. Y la que usa como materia prima el "boqui" trabajado con técnica de aduja con puntada de ojal. Esta técnica requiere de gran especialización y desde la década del ochenta se orienta al mercado.
El "boqui" es una variedad de enredadera que se encuentra en la cordillera en lo más tupido del bosque nativo y ofrece grosor y solidez a esta artesanía.