Al igual que el grupo andino, los atacameños revelan su identidad étnico-social con mayor fuerza durante sus actos mágico-religiosos. Entre éstos, destacan aquellos rituales que piden abundancia de agua y fecundidad de la tierra, y el culto a las altas montañas, con cantos y danzas rituales, llamados cauzúlor y talátur. Algunos de estos textos poéticos, ya muy deformados, está en su vieja y casi por completo olvidada lengua kunza.
La expresión musical del pueblo atacameño se puede apreciar con mayor claridad en las fiestas patronales donde los grupos de danzantes hacen gala de pasos y destacan por sus coreografías, con vistosos colores, representando tradiciones como: el baile del torito, llameros y achaches.