Portada Anterior Siguiente Índice | 11. Material léxico conocido. 

11. Material léxico conocido. 

Hasta el momento la fuente más importante que explícitamente consigna voces kakanas es el P. Pedro Lozano.  El rescató las siguientes expresiones:
Ahaho.  “El nombre, pues, de Tucumán se tomó de un cacique muy poderoso del valle de Calchaquí, llamado Tucma, en cuyo pueblo, que se decía Tucmana haho (nombre compuesto de dicho cacique, y el de haho que en lengua kakana, propia de los Calchaquíes, quiere decir pueblo) /.../. “A la verdad, era uso común de estas provincias, intitular los pueblos del nombre de los caciques, como se reconoce en la lengua misma kakana en los pueblos de Colalahaho, Jaymallaaho /.../ “(Hist.Conquista, t.primero, cap.VII, p.174). El P. José Guevara (p.165) lo sigue bastante fielmente, pero en su obra los topónimos presentan una variante: Tucumanahaho, Colahaho y Taymallahaho.
Cacanchic. En Santiago del Estero (1586) en el tiempo de la recolección de los frutos se reunían para adorar a Cacanchic- “á quien /.../veneraban, y ofrecían en sacrificio sus asquerosos licores y gran cantidad de aves muertas: llevabanle sus enfermos, para que los curasse y dedicaban a su servicio algunas doncellas de catorce, ó quince años, de quienes se aprovechaban para abominables torpezas los Hechiceros sus Ministros, por cuya boca sus oráculos, con palabras tan amphibologicas, que pudiessen rara vez convencerlos de engañosos.  Apareciaseles á estos, en forma visible /.../” (Hist.Comp., t.primero, lib.primero, cap.IV, p.16). Guevara (p.343) repite que cuando el P. Alonso de Barzana salió a recorrer los ríos Salado y Dulce los indígenas “tributaban adoración a Cacanchiz, númen juguetón, que ya visible, ya invisiblemente (así lo atestiguan los hechiceros) daba enigmáticos respuestas /.../”.  También el Provincial Francisco Vásquez Trujillo nos dice que, en 1629, los P. Juan de Cereceda y Pedro de Herrera fueron en misión a los ríos Salado y Dulce y hablaron de “muchos hechiceros /... / que conjurando a sus casas al demonio (que ellos llaman Cacanchig) /.../ le dedican muchas vírgenes en las quales vive muy torpemente el hechicero /../” (13a. Carta Anua, 628-1631, t.XX, p.394). No vacilamos en colocar esta voz en la lista de las kakanas porque posee el tema cacan y el final chic/ chig / chiz  conocido en nombres indudablemente kakanes.
Caylle.  Dice Lozano que en el valle de Calchaquí “rendían culto también /.../ á otros ídolos, que llamaban Caylles, cuyas Imagenes labradas en laminas de cobre traían consigo, y eran las joyas de su mayor aprecio, y assi dichas laminas, como las varitas emplumadas,  las ponían con grandes supersticiones en sus casas, en sus sementeras, y en sus pueblos”. (Híst.Comp., t.1º, lib.tercero, cap.XVIII, p.1125).
Coro. “Usaban / ...  / para la guerra /.../ teñir las flechas con las raíces de yerva llamada Coro, porque /... / se persuadían quedaban acobardados sus enemigos, y posseídos del miedo, sin atreverse a resistirles,” (Lozano, Hist.Comp., t.1º, lib.tercero, cap.XVII, p.425). En 1658, en Campanas (La Rioja) Pedro de Bohórquez Girón “mandó echar en la chicha ciertas raíces molidas que llaman Coro y son mas eficaces para embriagar, é invocando al demonio bebió y brindó a los circunstantes “(Lozano, Hist. Conquista, t.quinto, lib.quinto, cap.IV, p.92-93). Colocamos esta voz en la lista a pesar del sonido r, que parece ser de existencia dudosa - o por lo menos, dealectal- en Kakán, y a pesar de las etimologías puestas mediante el quechua kuru ‘gusano’, porque una planta alucinógena de uso shamánico tan apreciado creemos que debe tener nombre en la lengua local.   
Gasta. Dice Lozano que "en la lengua tonocote /.../ es pueblo en /.../ Monogasta, Cochangasta, Nonagasta, Sanogasta, Chiquiligasta /.../ "(Hist. Conquista, t. primero, lib. primero, Cap. VII, p. 175). Guevara (p. 165) lo repite pero trae la forma correcta de los topónimos Nonogasta, Sañogasta; habría que corregir a Lozano también en el caso de Manogasta.
Pilla-jacica.   Informa  Lozano que  "al apuntar las mieses" los naturales del valle de  Londres  "celebraban  un género de sacrificio, intitulado en su idioma  pilla-jacica y era  salir á  caza;   y del primer guanaco o liebre que cogiesen, guardar la sangre, con la cual rociaban los frutos primeros, que colgados de algún algarrobo, u otro árbol, los consagraban al demonio, que se dejaba ver á veces de los hechiceros /.../ "(Hist. Conquista, T.primero, lib.primero, cap.XIX, p.429-430). Esta ceremonia recuerda a la fiesta del Chiqui descrita por Adán Quiroga (1897, 1929), Lafone Quevedo (1898,1927) y Juan Alfonso Carrizo (1942,tomo III, p.432-435).
Titaquin.  En San Carlos, valle  de  Calchaquí,   en 1658, "los  bárbaros  se confirmaron en su engaño,  llamándole /a Pedro de Bohorquez  Girón/ á  boca  llena  su señor y rey,   que esto significa el título de Titaquin,  con que le apellidaban en su lengua." (Lozano, Hist. Conquista, t. primero,   lib. primero,   Cap.VII,   p.174).
Zupca.   Los  PP.   Juan  Darío  y Diego  de  Boroa  por 1611,   en Malle o el valle  de Anconquija, "derribaron algunos adoratorios, que en su Idioma llaman Zupca,  que  significa lugar de  los  sacrificios,  y lo daban bien á entender las señales, que allí  vieron".(Lozano,  Hist.Comp., tomo segundo,  lib. sexto, cap.V,  p.295)
A  estas  voces  hay que  agregar:
Ango.  Dardo de la Vega  Díaz  (1944, p.12,  198,  199)  cita un dato valioso. Por 1719  se da posesión de la nueva merced de Cabaibil (Angulos,   La Rioja)  y se  dice que al norte  hay "una aguada que por lo tenue la llaman aguada de los pajaritos y en la  lengua natural Esmiango". El acta  de posesión confirma que  Ismiango  significa   ‘aguada  de  los  pajaritos’.  Hay que   destacar que  en el Noroeste  se han  documentado las voces isma / ishma como  denominaciones  de  pájaros  (a veces,  el zorzal o el mirlo).   No creemos acertada  la  etimología  quechua  isma  ‘excremento’,  voz no  documentada en dialectos argentinos sino en peruanos y ecuatorianos.

"Ensamisajo”. Lafone  Quevedo  (p.28)   dice  que  se  trata  del nombre de una altura que separa la cuenca de Sínguil de la de Catamarca y, según una vieja escritura, "quiere decir en lengua de los naturales cabeza mala”. El citado autor dedica casi dos páginas (28 y 29) a analizar dicha expresión pero mediante lenguas chaqueñas! Si el dato es correcto seria otra de  las  pocas expresiones traducibles del kakán.