5.
Llegada de los Collas a la Cordillera de Atacama
Las
primeras migraciones collas a la Cordillera de Atacama -al sur de la quebrada El
Chaco- de las que se tiene antecedentes testimoniales, datan de fines de la
década de 1870, y para Potrerillos se han reconstruido fechas aproximadas
para los años
1877-1878.
Algunos de los lugares de procedencia son el Salar de Antofalla, Antofagasta de
la Sierra, Salta, Pastos Largos, Potrero Grande, Fiambalá, Tinogasta,
Belén y Palo Blanco. Arribaron por el Norte utilizando pasos
cordilleranos, en especial el paso del Cerro El Chaco, León Muerto, San
Francisco y Pircas Negras-Come Caballos y otras quebradas intermedias existentes
entre las
serranías.
Otros collas atravesaron primero al Salar de Atacama y desde Peine cruzaron el
“Despoblado” por El camino del Inca, para asentarse en la Cordillera
de
Atacama.
Las
migraciones collas en algunos casos fueron pendulares, es decir, de
tráfico ida y vuelta entre la Cordillera de Atacama y el noroeste
argentino, y otras tuvieron carácter definitivo para quedarse
desarrollando la ganadería, la minería, el arrieraje, el
abastecimiento de leña, la caza y la recolección en esta parte del
territorio circumpuneño suroriental. Al sector de Potrerillos, llegan
las familias Ramos, Quispe, Marcial, Cruz y
Jerónimo.
Los
primeros pobladores que arriban a la Quebrada Paipote, fueron los miembros de la
familia Quiroga, descendientes de don Agapito Quiroga. Llegaron de Argentina
alrededor del año 1880 para trabajar en el oro del Salar de Maricunga,
fijando su residencia en el sector de El Bolo. Posteriormente lo hicieron los
Araya, quienes ocuparon la Quebrada de Cortadera, hasta la actualidad:
“... mi tío, que fue don Segundo Quiroga, él era el fundador
de esto de aquí en la Quebrada de Paipote. De los Quiroga, él era
hermano de la finada de mi mamá. Él nació aquí.
Todos. Toda la familia fueron nacidos en esta parte. En toda esta
quebrada...”. (Paulino Bordones).
También,
los collas se instalaron en la quebrada de San Andrés, tributaria de la
Quebrada de Paipote las que se unen en el sector denominado San Luis.
Allí, se asentaron los Cardozo. “... El primer antecedente al
respecto habla que fue su bisabuelo, don Emeterio Cardozo, quien luego de
recorrer la zona de Potrerillos, Inés Chica, Inca de Oro y Carrera Pinto,
se asentó en San Andrés cerca de la Hacienda La Puerta, hizo
potreros y se dedicó a la crianza de
animales...”.
Otras
familias collas como los Quispe, se asentaron en la Quebrada de San Miguel,
ubicada al sur de la Quebrada Paipote. Ambas quebradas se unen en las veranadas
del Patón y Leoncito en la cuenca alta del río Figueroa y afluente
del río Jorquera, camino que fue recorrido por las familias collas para
instalarse en las riberas de este último, alrededor de fines del siglo
XIX.
“Don
Vicente Quispe, (...) colla antiguo de Antofagasta de la Sierra, toda esa
familia viene de allá. La mamá se llamaba Santos Cardozo, esa era
la mamá de las niñas Quispe, esa es de aquí de San Miguel.
(...)Los Quispe venían del Norte, de San Pedro de Atacama, pasaron a
Potrerillos y de ahí se venían vega por vega. Manuel Quispe
también vivía en la cordillera, muchos años, después
empezaron a vivir en el pueblo, a Potrerillos, cuando empezaron a marcar y
vender los pocos animales que tenían”. (Paulino Bordones, 67
años, 2 de Noviembre de 1997).
“Los vínculos
con Catamarca se perciben más claramente al constatar las recurrencias
lingüísticas de los gentilicios y de la toponimia existente entre
ambos lados de la cordillera andina” (Manríquez, Viviana y
José Luis Martínez. “Investigación
Etnohistórica del Estudio Diagnóstico de la Población Colla
de la III Región. (Preinforme Final)”. Sur Profesionales Ltda.
Departamento de Antropología de la Universidad Academia de Humanismo
Cristiano. Santiago. 1995.