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Cosmovisión


Ahora los viejitos que sabían de esas cosas no hablan ya de eso, ahora la juventud tiene más salida, la gente más antigua tenían conocimientos (Andrea Cayo)

Las Religiones


Los antiguos tenían su religión y el dueño del agua les daba sus animales.

Los wenwenes son pájaros que pasan a gritar por las casas y uno no los ve. Porque uno que siente gritar un wenwen le da miedo dicen que tienen cabeza humana, los que estaban antes les decían los waliches o duendes, de eso habitaba antes por Rupumeica se cruzaban por los caminos, ahora no hay de esos. ¡Los exterminaron seguro!. Antes la gente era mora, ¡por eso sería que se le acercaban tantas cosas!.
Yo tenía dos hermanos ahora son todos evangélicos. No les gustó la religión como dicen que siendo evangélico son salvos y de agallado que son.
Los antiguos tenían su religión y el dueño del agua les daba sus animales, el abuelito Wentrellao(1) , y es que esos animales no los laceaban con lazos de correa ni pita, hacían lazos especiales de junquillo, sacaban animales, vacunos caballos si es que querían carnear. Pero ellos tenían su oración para sacarlo, dicen que el lago es muy rico, millonario, ¡tiene que ser!. Dicen que es él que maneja el agua y que tiene dos o tres hijos muy desobedientes y esos son los que pelean seguramente, eso decían los viejitos y ahí aparecen los truenos.
Antiguamente donde solimos hacer lepún nosotros, dicen que sacaban animales para comer, los antiguos, pero eso no hay que lacearlos con esos lazos de correa hay que sacarlo con un lazo de junquillo y con eso laceaban animales marinos. ¡Tiene que estar por ahí!. Dicen que debajo del lago es muy millonario, sacaban animales para comer pero hay que sacarlos con ese lazo de junquillo, después ya no pudieron, ¡tendrían su manera de pedirlos!, y así sacaban y carneaban animales del lago, ¡harían algunas oraciones en mapuche!.

El Lepún (2)


El abuelito Wuentrellao fue el primer invitado

Yo me acuerdo que cuando con mi mamá y mi papá íbamos a ir al último nguillatún de aquí de Maihue(3), tenía como doce ó trece años. Tenía una abuelita, ella era señora de kasike(4) y murió el kasike y quedó ella de kasike. Y esa abuelita una vez, me acuerdo, cuando iba a empezar el nguillatun fueron primero, van a decirle al abuelo Wuentrellao que se vaya, con buenas palabras, le pagan muday y harina, y le dicen que lleve su lluvia, su viento que no vaya a interrumpir durante su fiesta que van a tener, y la abuelita fue a decir todo al revés, que le dijo: "Te venimos a invitar".
Ella pensó que estaban allá arriba donde la virgen, la niguillísima(5) (Nigishma) que le dicen,. Pensó la viejita que estaban arriba, porque después de ahí van arriba, las puras piuchenas, no van los piuchenos. Los piuchenos van cuando van a correr al Abuelito Wuentrellao y ahí estaban los chicos, los dos piuchenos, los sargentos, el capitán, su bandera y estaban orando y una tía mía estaba, la hermana de mi papá y que dijo: "Dios mío, esta pobre viejita está dando fuera de la cuenta aquí".
La abuelita decía: "Que lo venimos a invitar, tenemos una fiesta, queremos que participe usted con nosotros, tenemos un gran baile, tenemos comida, tenemos asado, tenemos de todo y entre todos vamos a bailar y vamos a celebrar su visita". Y que todos es que decían: "Por qué esta abuelita no se callará". Que si los otros orando, diciéndole que se vaya y que la abuelita principal invitándolo y después se fueron arriba en la niguillísima, allá fue ella a orar por el Wuentrellao, fue a decirle a la virgen a la madre de la tierra, que se vaya, que ella no quería que ella participara en la fiesta, porque ella era un .... todo al revés, y porque ese nguillatun, cuatro días son, nos llovió con viento y agua.
Como se hace una ramada(6) , ahí no se lleva cama, antes no se llevaba cama, uno se amanecía sentada y andando, poniéndose al fuego, y la ramada era la casa, así era antes, pero ahora llevan cama, llevan techo [ramas]. Y esa vez, en la tarde ya después, se cerró la tarde se vino una lluvia, un viento un temporal, se llevó la ramada para el lago, quedó toda la gente con sus cosas en pampa. Llovía con viento y agua, que ya se mandaban los coleos(7) abajo y pasaba el agua y nosotros mojadas, aturdidas, entumidas y las mujeres todas cocinando. Y el agua y llovía y llovía era sin parar la lluvia, todo mojado, los cajones donde llevábamos las cosas, ya mojándose el azúcar, la harina, todo lo que era más delicado, la sal, mojándose las camas. ¡Huy, que pasamos triste!. Y la gente igual bailaba(8) y tocaba sus instrumentos, bailaban y pasaban al coleo, lloviendo, pero les corría el agua a los hombres. Y después una tía le dijo a mi papá: "Sabes, que malo estuvo, para que llevaron a esta abuelita, sabes que ella ya está muy viejita, no puede estar ahí, ella no sabe orar, ella está demente".
Y después nosotros íbamos a lavar tripas(9) , cuando ya el segundo día de carneo fuimos a lavar tripas al lago, y los pescados venían, pero como cien pescados de este porte [ella muestra con sus manos un largo de cincuenta centímetros]. Todos así bonitos iban y se comían las grasas que salían de las tripas se comían la grasa, nosotros los espantábamos y se iban para dentro, al rato llegaban todos en filita comiendo grasa, comiendo los trigos. La gente, las mujeres iban a lavar sus canastos con trigos y ellos comiendo. Iban los sargentos a mirar, mi hermano era sargento en esos tiempos y él iba, porque le daban trigo, porque le daban tripas, las chicas le tiraban las tripas, la coima [los restos] se arrancaba para dentro, después que pescaban su presa los pescados. Después yo le dije a mi hermano: "Vieras los salmones que llegaron al lago" y me dijo: "No le hagan nada, eso es malo, no pueden venir y que ustedes lo vean".
Varias abuelitas fueron, se asustaron, después la tía llamó a mi papá le dijo que la oración había estado mala, que había estado el abuelito Wuentrellao y no la virgen. Así que empezaron en ese mismo momento a reunirse y se pusieron de acuerdo y hacerlo como de nuevo, ir a pedirle que por favor que se vaya, que la fiesta no era para él, era para Dios y para la virgen, que era invitada la madre tierra y no el abuelito Wuentrellao, pero nos llovió todo el nguillatun. Nos vinimos nosotros en el bote, viento con viento llegamos mojaditas, a nosotros se nos calló una artesa de madera, se nos fue en el agua, un balay, y son cosas que a uno le sirve allá para hacer muday, para hacer cocer carne.
Y que pena teníamos porque veníamos tan mojadas y después llegamos aquí, quedaron las cosas en el bote y nos fuimos para arriba. Cuando llegamos allá a la casa con mi papá y mi mamá estaban todas las manzanas en el suelo. Se habían caído todas las manzanas de la quinta, pero estaba espeso de manzana, todo salió malo ese año, por toda la tormenta y el viento, las cosechas todo fue lluvia y lluvia, todos se nacieron los trigales, las arvejas, las habas, llovió hasta abril y después ya empiezan las lluvias, mayo más fuerte no hubo caso.
Fue la abuelita que echó a perder la oración fue al revés mi mamá le había dicho a mi papá que los iba a ir a dejar donde una tía, más arriba: "No - dijo mi papá - nosotros tenemos que estar aquí, sea como sea a las buenas o a las malas, tenemos que terminar". Pero la admiración más grande eran los pescados, todos los viejitos supieron y quedaron callados, eran bonitos. Había cualquier cardumen y las gaviotas volando frente a nosotras las gaviotas, cuervos, todos esos pájaros, gritaban encima de nosotros, cosa que nunca había pasado, por eso es, que nosotros creemos en esas cosas porque eso es bueno.

Cualquiera de los que estén en el Lepún turbándose en alguna cosa tenemos que tener castigo

Entró el agua porque andabas enojada [increpa la ñaña a su nieta, piuchena en el lepún] en el lepún. Llegamos del lepún nomás y se largó la lluvia, viento agua y trueno. Es delicado ser piuchen(10) . Eran que pasaban por aquí encima los truenos y ella se escondió. Mi hijo, un año, era chiquitito, lo habían conseguido para piuchen y no quiso y sabe que esa vez casi nosotros ni supimos que casi muere este cabro. Fue solo a buscar un caballo y éste que cayó por ahí y quedó muerto un rato, nosotros no sabíamos nada, estabamos todos en la pampa.
Es delicado, cualquiera de los que estén en el lepún turbándose en alguna cosa tenemos que tener castigo(11) . Antes era peor, porque ahí uno en el lepún pone uno su animalito y le pasa a otro que le saque el corazón(12) y uno tiene que darle para pagarle al que carnea al animal tiene que darle un costillar, el costillar derecho. Una vez un veterano puso una oveja gorda, éste no le tuvo lástima a su oveja, no lo entregó para que otro lo carnee, para no darle el costillar, lo mató él con su nieto, y sabe que a esta hora lo fueron a encontrar acalambrado detrás de las matas por ahí y el cabro por otro lado, vómitos y diarrea, casi murió. Eso era castigo, de Diosito y la mamita niguillísima. Ligerito corrió la voz y más encima era sargento(13). Y así le pasó porque le contaron que eso le ocurrió porque actuó mal, porque esas cosas tiene que darlo uno sea del porte que sea.
Y otra vez fue [una invitada] a Rupumeica, más encima anduvo haciendo desorden. Estaba mala la gente robaban las cosas de los caballos, así que obligados de molestar a los carabineros, para que vayan a resguardar y esos se enamoraron de la invitada y la invitada de ellos y se iba a la carpa de los carabineros con otra cabra más. Y esa vez, al otro día, ya no íbamos apartar ya, cuando estabamos en la reunión, el día de la partida, la última reunión(14), cuando uno viene alojar a la orilla del río, pero esa vez se levantó un temporal y la carpa de ella la disparó lejos y nosotros tuvimos que afirmar la casa. Entonces le echaron toda la culpa a ella y a los carabineros igual. Nosotros hacemos una reunión en un pero [peral], y topaba con las puntas del gancho el suelo, demás fuerte, demás fuerte. Se requiere mucho respeto y así tantos casos que han pasado y siempre que cuando uno es loco tiene que tener su castigo.
Yo tengo una prima que es evangélica, esa mujercita que no hacía en el lepún. No respetaba nada y esa mujercita vivía enferma, no sabía nada que era una cosa religiosa. Tenía un tío también que era lepunero, ese nunca estaba listo para el día. Tenía que andar buscando su oveja quien sabe para donde; y una vez encontró una oveja y la oveja murió, y puso otra y la oveja parió en el coleo. Toda esa gente lo que tenía, está en la miseria cuando estaba en el lepún tenía toda clase de animales y ahora se bautizó evangélico para no andar más en el lepún y ahora dicen que ese hombre esta paralítico y todo.
Uno ahí tiene señales, a mí cuando me pasaron esos casos que se me iban a morir tres chicos de repente yo no podía hacer muday(15) bueno no hubo caso. Hacía muday al otro y cuando iba ponerlo en el coleo metía el cucharón, estilaba como quesillo, como moco, al hueco me lo solían ir a tirar el muday . Esa vez perdí tres tinas de muday, ya a las pérdidas mías le pedí a una hermana "porque no me hace el muday", y yo me preguntaba que me ira a pasar, pero nunca se me ocurrió que se me iban a morir los chicos. De ahí me hizo el muday y quedó bueno. De ahí lo consultamos, unos me decía que no sabía hacer muday, y el marido de esa prima, me dijo: "A ustedes algo les va a suceder".
Nosotros un año no pudimos hacer muday bueno y se nos murió un hijo en total fueron tres de un viaje. Conforme sepultaban uno, el otro estaba en el altar, sepultaban ese el otro en el altar, eran tres tinas de muday al hoyo tres hijos que se murieron, y también para ver su fe, Dios hará esas cosas digo yo.

Mientras las mujeres cocinan, los hombres acarrean leña y agua

En el lepún, las mujeres cocinan todo el día, en la tarde vienen a descansar. Uno va con su regla y no hay problema. Uno puede hacer todo lo que debe hacer. Mientras las mujeres cocinan, los hombres acarrean leña y agua. Cada coleo representa a una familia. La cancha tiene forma de una rama grande y enfrente de cada familia está su coleo y un asiento donde tiene su mesa y cajones. Y tienen que estar todos sentados a la hora de orar y después a la hora de repartir la comida todas las señoras dueñas de coleo tienen que sentarse para repartir su comida porque éstas se cambian, se intercambian, uno no come su comida, la come otra familia que ya esta hablado esto, y se hace con la misma familia, las mujeres son encargadas de presentar la comida(16).

La Muerte


Dicen que hay de dos clases de muerte

Allá [Rupumeica] tuvimos siete cabros muertos y aquí tuvimos dos, el mayor y la mayor de Manuel. El mayor se ahogó en el lago, la otra se murió primero que su hermano, yo no sé como será cuando está la hora de morir se muere igual nomás.
Dicen que hay de dos clases de muerte, la muerte que es gorda y la muerte flacuchenta, esa es la cargante, por eso que mueren las personas flacuchentas igual, personas que mueren flaco.
La gorda esa, le llegó la hora murió nomás, esté comiendo se va nomás, la gorda no es tan cargante, la flacuchenta tiene a otros. Mi papá solía contar así, porque mi papá en sueño la soñó, estaba enfermo y que lo iba a buscar una mujer flacuchenta y él estaba casi en las últimas flacuchento también y cargante para llevarlo. Para que la sacarían esa [se refiere a la muerte, la que fue apresada y encerrada]. También, siendo que la habían apresado, la había echado a la mar esa nomás, según mi papá solía decir así, cuando empezaba a lesear con uno, dice que a la muerte la tomaron detenida y la metieron en una botella y la echaron a la mar, total que un barco la pilló y ella pidió que la saquen y por eso sigue muriendo la gente. ¡Cómo no fue el destino de Dios que estuviera presa!.
Que será de los pensamientos de uno cuando está bien grave digo yo. Yo digo que una persona vieja piensa mucho antes de morir porque todo lo que va a dejar sus hijos su casa y otros digo. De repente llegó y se los llevó no piensa ni una cosa porque está comiendo, así sucedió a un viejito Rupumeica para el día de año nuevo, estaba comiendo asado y supimos como a esta hora [nueve a diez de la noche] que había muerto.

Entierros (17)


El Cementerio

Recién en 1984 se dio el título del cementerio para acá para Maihue, y se quedó ahí atrás de la escuela, antes si que era triste no es que la gente no tenía cementerio acá y tenía que irse a sepultar allá a Paulan, a Curriñe.
Lo que pasó ahí es que anteriormente en 1914, cuando Rudloff se hizo cargo del fundo, la gente se tuvo que ir a sepultar a Paulan en Curriñe, ahí se quedaba en lo que llamaban panteón moro, no es que no era tierra santa esa, así que en tierra mora nomás quedaron todos esos finados.
Ahora es triste, si porque ahí en Curriñe cuando le dieron a la gente esas tierras, a gente de fuera, esos hicieron sus casas encima de los entierros, ¡no sé, esa gente no tendrá ni un respeto por los muertos!. Se le dijo a esa gente que ahí había familiar nuestro que tenían su reposo ahí y si total ya los sitios eran de ellos con papel y todo.
Más de algún espíritu si se le tiene que aparecer ahí. Dicen también que se han encontrado entierros, en esos lados, quizás que se aparezcan, no es que antes cuando la gente se moría, se ensillaba el caballo y se le daba tres vueltas a la casa, enseguida se le ponía a la urna una ramita de Laurel, se le prendía una vela, y se mataba un animal y se hacía un asado para esperar a familiar de lejos, ahora si es dueño de la casa se le tiene que velar tres noches con sus días, y va toda la gente, vecinos y familiar, claro que todos llevan algo, para cooperar, se lleva algo para comer y ayudar a la familia(18).

Plata antigua esa es la que arde

Los entierros antes se veían ahora ya no, cuando uno anda en la noche a las doce de la noche. Ahí dicen que se ven pero eso será rara la persona que lo ve. Si antes era común porque acá [su esposo] dice que lo vio, pero es que uno no le da para sacarlo. Pero que dicen que pasan muchas cosas cuando uno lo está sacando, dicen que pasan los tremendos culebrones, el león, que animales feroces que no se ve cuando están en eso y el que no le tiene miedo saca nomás, porque aquí han sacado, aquí en Curriñe en un laurel sacaron uno.
Nosotros solíamos ir a tomar [el bus] allá a Río Blanco de aquí y una vez veníamos, me andaban encontrando, yo andaba con mi hija enferma y enfrente del laurel donde sacaron [el entierro], de repente se asusta el caballo, siempre decían que era pesado esa parte.
Allá en Rupumeica la gente era muy rica antes, pero plata antigua esa es la que arde. Allá en el cementerio llegó una firma grande, allá en Hueinahue y estos que seguramente vieron arder en el cementerio y es que se tiraron, fueron a escarbar no sé cuantos muertos. Le sacaron todas las platas, los chiñetos, los trarilongkos, los tipu (tüpu)(19). Esos eran pura plata, como diez muertos escarbaron, después lo fueron a ver y los finados destapados, algunos todavía sana su ropa, le llevaron la pura plata, las chaquiras(20) no las llevaron.

Esa plata sería de un abuelo antes

Ahí donde vive la señora Elena, los Rudloff, había un muelle dicen que llegaba el barco. ¡El diablo sería ese que llegaba!. Dicen que hacen pacto por tres cuatro años, para hacerse ricos, dicen que con lluvia llegaban. Una vez dicen que encontraron un entierro de pura plata se compró camioneta dicen, de un todo, un día dicen que en la mañanita vio una luz verde finita y moradita y varias veces dicen que iba a dejar su señora al bus y veía esa lucecita voy a bajar y plantó algo, volvió después y trajo pala y lo sacó, una olla de fierro llena de plata.
No dicen que eso todo era de mapuche, la gente española vinieron a quitarle la tierra a la gente porque era ignorante y la arrendaban y después se quedaban dueños. Esa plata sería de un abuelo antes, porque si hubiera sido plata del diablo ese hombre ya no estaría vivo. Para la noche de San Juan antes se veían pero ahora ya no, lo único que sentimos fue un hombre que paso silbando y cuando salimos a mirar ya no estaba.

Males y Mal Agüero


Sueños

Yo también soñé que era hombre mi último niñito. También he soñado cuando van a pasar cosas malas, cuando sueño con un muerto. Ahora soñé con que andaba con mi niño chiquito donde una abuelita que había por allá, una señora Delgado, ella es muerta, yo llegaba allá a pedir bueyes, nosotros teníamos bueyes pero están en la cordillera, entonces que la abuelita dijo que vengan nomás a buscar los bueyes y al otro día me caí allá afuera. Por eso soñé con la abuelita muerta. Soñar con muerto es atraso, cuando a uno le va mal. Nunca había soñado con esa abuelita. Cuando se va a morir alguien que es familia también uno sueña comiendo maquí o uva negra, con carne también, dicen que viendo harta carne colgada es que va haber velorio en esa casa.

¡Andate de aquí, lleva tú mal agüero!

Aquí hay pájaros mal agüero como se dice, la Coa, el chon-chon (choñchoñ)(21) , la lechuza cuando grita en la noche arriba de la casa es malo. Esos son pájaros mal agüero, igual cuando llega la gallareta a la casa igual dicen que es malo, ese es un pajarito café, bien saltón, que sale y hace tic-tic-tic, salta así, ahí anda a salto, esos son mal agüero, o sea, que anuncian mal.
Aquí en Maihue existían antes mucho de eso, mi mamá decía estaba recién llegada acá, es que esto era puro monte grueso, palos gruesos, quilas, maquis, dice que llegaba a estar oscuro en pleno día, y mi mamá dice que había unos balay de culebras, así enorme, hartas culebras, en redondeo [círculo], asomaban las cabecitas. "Le voy a echar agua caliente", les decía, y mi mamá iba a buscar la tetera de agua caliente y desaparecían, se iban todas, eso antes era así aquí por la soledad, eso ya no es bueno ni malo, era así nomás.
Cuando pasa el tue-tue, esa es muy mala seña, cuando pasa de noche, porque dicen que se va a morir el dueño de casa o va a pasar un accidente o cualquier cosa, ese es un pájaro, pero un pájaro rucu (rüpü)(22) , que no se ve, igual que el chon-chon, no es que el chon-chon no se ve, pero se escucha.
Otra vez yo, vine a ver a esta chica, era guaguita [su hija], yo estaba bien tarde sentada afuera, teníamos en esa casa vieja como una terraza, me sentaba en las tardes afuera con mi guaguita a tomar airecito en la tarde ya, es que un calor en el día, y los chicos andaban jugando afuerita, y de repente pasó un pájaro aquí, iba para allá "ja-ja-ja", dijo. Tenía una risa igual que un conocido, entonces yo le hablé y le dije: "Hoy que vas bueno para reirte -le dije- mañana pasa como a la diez a tomar muday". Y estaba mi marido ahí y me dijo: "Para que le hablas tonta- me dijo- quizá quien va a venir mañana y tú tienes que darle muday". "Si por eso que le digo que pase porque tendrá que llegar". ¡Y que no llegó, al otro día este caballero a las diez de la mañana a comprarme trigo!. Y yo lo primero que salgo con un jarro de muday grande, "¡ay! señora usted tiene muday" me dijo contento.
Esos pájaros se ríen como las personas, entonces fue él, el que pasó. No es que dicen que son los espíritus que salen a andar primero, y él como se acordó que iba a venir a comprar trigo, salió volando y vino a avisar, llegó en punto a las diez, andaba en caballo y entró por la tranca que está ahí, y la risa era igual. A veces dicen que a las personas se le agrega un espíritu, y ese espíritu escucha cuando él hace viaje para ir a otra parte, y entonces se va el espíritu adelante. A lo mejor él tiene algún familiar que tiene espíritu de eso de allá de donde viene, y el espíritu se le agregó puede estar muerto, espíritu agregado así se le llama a eso.
Uno sabe que se puede morir una persona porque son las gallaretas las que avisan, el chon-chon, una coa que grita arriba del techo dicen que es muy malo, la coa es igual que la lechuza, ven en la noche nomás, en el día no ven, son amarillitas, tienen orejas como gatitos, ojitos grandes, ¡pariente del chuncho será!, pero son bravos, aquí en el campo andan.
Igual que los venados cuando andan, los kulliñ(23) , también dicen que es muy mala suerte, muy mala seña cuando pasan a las casas, porque anuncian que se separa el matrimonio, se muere uno.
Porque del año pasado a este año es un año, antes que baje mi mamá para acá, no es que mi mamá tenía una viejita que la acompañaba, y ya se peleó con la viejita, no se pudieron hallar, porque esta viejita no correteó a mi mamá para acá y la vino a dejar hasta ahí, y yo ese día como nunca me levanté tarde y fui a darle comida a mis aves allá, y unas vecinas vinieron corriendo a avisarme que la viejita traía a empujones a mi mamá. Y el pudú unos días antes, los chicos fueron a carnear una vaca y se encontraron al pudú que venía por la mitad de la cuesta, lo trataron de pescar pero arrancó, después lo pescaron y lo encerraron lo trajeron para acá para matarlo, pero yo les dije: "No chicos no lo maten", es malo, mejor es echarlo para que se vaya, yo lo agarré y lo fui a tirar, ahí al gualve. "Andate de aquí, lleva tú mal agüero, yo no quiero que vuelvas nunca más, yo no quiero que me saques ninguna fundilla [se refiere a la familia]". Y a los dos meses mi mamá bajo así mismo oiga, y pasó a quedar ahí mismo donde había quedado el pudú.

Antes se hacía mucho mal [relato a dos voces]

Mi papi se arruinó con la muerte de mi mami. Mi mami no se casó muy joven, ella se crió huérfana, mi mami con su papá andaba nomás. Ellos eran cinco parece, mi mamá se fue para la isla [Huapi] con su hermano y ellos andaban dos. Mi mami se crió a punta de rigor [disciplina], es que se crió en Arquilhue donde una señora para que le sirva de compañera y es que le tocó mañosa la señora. "Me levantaba temprano -dijo-, y tenía lechería -dijo- y yo me levantaba como las cinco de la mañana", parece que era, y que solía venir el día nomás y tenía un baldecito y, que con ese tenía que acarrear agua del pozo, llenando la tinas para que ella las lave. "Un día me mandé del pozo, me quedé achuñuncá [acurrucada] -dijo- y me quedaría dormida", dijo. ¡Quizá como sería!.
Sufre una persona huacha decía ella, se acordaba todavía, se cría con gente ajena así y que no sabe de frío, no sabe de hambre, no sabe de dolor, esté enferma como esté igual tiene que hacer sus cosas. Después cuando la fue a buscar su papá, a ella a Arquilhue, se vino a Rupumeica, ahí tenía familia, pero ella ya era niña, y ahí se hubo casado con gente de Rupumeica, no tuvo familia tampoco, porque según dijeron, me contaba ella que había tenido una guagua así soltera y la señora que la atendió le dio remedio, la toma de remedio una tacita de este grosor [apunta un tazón grande] y que se enojó. ¡Y no era ni ella la dueña nada!. Ella también había llegado por su hija que se había casado con gente de Rupumeica y esa viejita es que dijo: "Anda por ahí- que dijo- y anda teniendo guagua -dijo- y ni se casa siquiera, mugre", es que le dijo.
Si donde estaba ella, mi mami, le consiguió una toma de remedio para que le de siempre, es que le daban remedio así cuando tenían guagua la señora, pero es que no le dio nada buen remedio, le dio una toma de remedio y después ella se había casado y no podía tener nada hijos, y después anduvo un meico y ahí es que ella se sacó la suerte y es que le dijeron que le habían dado una sola tomita de remedio y ella sabía quien había sido, porque es cuando tuvo una guagua, y ella se acordaba bien. Y él, el meico es que le hizo un remedio y que le dijo que sí llegaba algún día a casarse otra vez de nuevo, no es que su marido se le murió. Ella se sacó la suerte cuando andaba soltera le dijeron que iba a tener tres hijos por el remedio que le dio el meico, le sacó la suerte y le dio remedio, y que le dijo: "Si usted algún día llega a volver a casarse va a tener tres hijos, pero dos van a ser de vida y otros que no, el primero se le va a pasar de pasada nomás, porque ese va a salir con todo, todo lo malo, y así es que fue, era mujer la primera guagua que había tenido.
Y ahora cuando ya estaba para morir mi mami, fuimos a buscar remedio adonde una señora en Osorno, y esta señora dijo: "A esta señora le hicieron daño hace mucho tiempo, años atrás para que no tenga familia", dijo. Y que le habían hecho daño a la matriz y no quedó muy bien sana de la matriz. "Si que eso le está jodiendo ahora de nuevo también y un poco de mal que le hicieron ahora nuevamente que su mamá ya no tiene vida", dijo.
Le reconoció la meica, por eso yo le encontré que era buena meica, que la matriz la tenía dañada de muchos años. Antes cuando ella estaba soltera parece tuvo una guagua y ahí le dieron una tomita de más". La encontró muy débil, le encontró de todo porque me dijo: "Esta señora tiene un sentimiento muy grande, porque se le murió un hijo -me dijo- y ese sentimiento la está jodiendo y ahora le hicieron un mal la pillaron muy débil de su cuerpo" dijo.
Antes se hacía mucho mal(24) , ahora ya no es tanto, antes por todo lo envidiaba, y ahora ya van teniendo más vergüenza, ahora ya hay más tratamiento, viene gente de fuera, hay cosas [urbanas]. No por nada uno se enferma ya puede ir para donde una médica, ya no es como antes uno no podía ni viajar, no sabía nunca de que enfermedad moría la gente.
A la mamá de ésta -agrega el wentru- es que anduvimos buscándole remedio hartos meses. A final estuvo en el hospital fuimos a Nontuela primero y de ahí a Osorno, la de Osorno dijo que: "Iba hacer todo lo posible, a ver si podemos ganar" dijo. En el lado donde estaba ella se sentía cualquier golpe.
Esa meica -continúa la ñaña- conoció que le habían hecho daño cuando era soltera(25) , le habían hecho daño a la matriz. Mi mamá siempre me conversaba cuando ella tuvo una guagua de soltera le habían dado un remedio y es que la señora dijo otras se casan siquiera no pueden tener familia y ella soltera se pone a tener guagua.
Ella se crió huérfana y una persona huérfana sufre y es que ahí creo que le dieron remedio para que no tenga familia y ahora última hora le habían hecho daño, mal y se reunió todo, no estaba tan bien sana y se siguió debilitando, lo hallaron fácil, pero se estaba recuperando ella se hallaba capaz.
Yo el último viaje que estaba preparando, como la señora me encargaba tortillas, que yo lleve tortillas y ella me daba pan de pueblo, estabamos haciendo tortillas para ir y viajar en la noche a las cuatro de la mañana con [el wentru]. Ibamos a tomar bus allá a Curriñe, estábamos los dos adentro cuando de repente sentimos un tremendo garrotazo que venían a dar al lado de ella, parece que le hubieran dado a dos palos y éste salió altiro y no vieron ninguna cosa y ya se tiró a empeorar mi mami, que la habían venido a ver. "Es que me vinieron a visitar y ustedes no vieron", dijo, y ella no estaba sola, estaba mi papá, mi otra hermana y nada. Tantearon [miraron] para todos lados y nada. Yo me fui esa misma noche para Osorno y ya la señora, me dijo: "La fueron a visitar anoche y ustedes supieron más o menos a que hora, y esa hora le fueron apurar la causa, así que la señora no tiene vuelta, puedo darle unos calmantes, pero ya le fueron apurar la causa".
Cuando le entró el dolor ella estaba huerteando, llevó un abono que estaba aparramado [amontonado, endurecido] y llevó un combito y ella es que comenzó a darle un dolor como si le hubiera torcido la mano, pero ella lo estaba golpeando con calma, ya no le calmó ese dolor después le fue subiendo hasta la espalda y ahí le quedó como una mollerita de guagua.
La finada ese día que se enfermó, es que soñó que vinieron dos luces, venía una pelota, corriendo la pelota y que venían dos chicos a la siga de la pelota. Y ella es que salió a mirar a esos chicos y ella que no conocía a ninguno, y la pelota es que venía corriendo y los chicos al ladito y cuando ella les habló es que porque habían tirado su pelota para acá, se convirtieron en dos luces así le pasó, y ella es que se dio la vuelta y la pelota y los chicos igual, y ella vino a avisar, es que dijo: "Ahí andan dos luces es que vayan hombre". Y es que ella entró aquí y de repente se miró la guata que se le cayó todas las tripas, pero es que ella no sintió ningún dolor y al final no salió nada fuera, y cuando recordó dijo: "Pero yo no sentía dolor". Y al otro día a la mañana cuando se levantó había una cuestioncita amarrilla, meca de duende o killuche también.

Yo tuve una guaguita ojeada

Es peligroso eso [se refiere al ojo], veinticuatro horas nomás faltan cuando es fuerte, yo no creo que sea la mirada de uno, yo creo que hay algún espíritu malo detrás de uno, uno mira la guagua ellos están a punto.
En cambio uno se puede empachar con cualquier cosa con pan con harina tostada o con la leche, cuando no cuelan la leche, seguro que se empachan, esa casi murió, [refiriéndose a su nieta]. Había una profesora aquí abajito esa la medicinó, esa le quebró el empacho, no levantaba la vista estaba a punto de morir, fue al hospital para nada, tenía tres meses, es que la mamá le quitó el pecho y le empezó a dar la mamadera altiro y no la coló nada.
Yo tuve una guaguita ojeada, pero no ojo de vivo, era de los muertos. [Los muertos] igual miran a las guaguas, fuimos al cementerio y llevamos una guaguita tendría un año mora [sin bautizar], sin bautizarla, nos fuimos para la casa y que al otro día amaneció enferma la guagua, esos que son mirados de muerto es que no levantan la vista pasan todo el día durmiendo ni se mueven ni una cosa.
Al otro día, cuando notamos que la chiquilla estaba enferma, fuimos al otro día al cementerio a prender velas y pasamos a una veterana dijo como a lo mejor hablaba lengua dijo: "Ese es el alwentun(26) , claro que lo miró el muerto, ese es facilito, cómprense un paquete de cigarros y una caja de fósforo y con la primera chupada del cigarro y el primer fósforo prendan el cigarro y echen el humillo en todas partes en cruz -dijo- y en el pelito se va a salir derechito el humo", y así fue cuando lo hicimos. Ya durmió la guaguita y después estuvo alentadita, pero por unos par de días nomás, después le dio la alfombrilla y murió, eso si que es jodido.

El Lago


Antiguamente a nosotras no nos daban permiso para ir al lago

Fueron los primeros viejos que hubo en Rupumeica, parece que fue hermana o hija del viejito kasike que era antes de Jacinto Carrillo y esa niña como tenía su casa a la orilla del Lago, iba todos los días iba a buscar agua en la mañana, en la tarde es que iba, y había un barón(27) metido en el lago y a ésta es que le gustaba ir a buscar agua ahí, subirse en el barón para ir a traer agua y en una de esa pasó tanto tiempo que iba a buscar agua, y ese no era nada barón así nomás, era el abuelito Wentellao que le dicen y entonces es que la niña no llegó, y de repente los viejitos salieron a tantearla ya iba harto adentro y se encantó. El barón se fue, dicen que esas personas así encantada al año vuelven a su casa, al año es que volvió la niña con una guagua, la niña no hablaba ni tampoco dijo, no dijo, le preguntaban adonde había estado y no hubo caso que diga, la guagua es que lloraba nomás y tampoco es que decía nada, pero esa es que cuando estaba sentada es que vertía agua, le corría agua y a la guagua igual y los viejitos no la tuvieron bien hasta que dijo donde había estado y la guagua inmediatamente se convirtió en cuervo se fue y ella murió.
Eso solía contar mi papá, que el papá de ella le contó y de ahí nos decía que nunca vayan a ponerse en un palo metido para el agua y si pillan un palito bonito a la orilla del lago no lo toquen, ni siquiera lo tomen porque todo palo que ande en el agua no es bueno, pero por lo menos cuando no hay nada de viento andan esos. Así le pasó a ese par de matrimonio viejito. Se encantó la hija y cuando al año llegó con la guagua, la guagua se volvió un cuervo y se fue y ella murió. Claro que llegó a su casa pero no como era antes.
Siempre solía decir mi papa así, no hay que bañarse mucho en el lago, porque el lago tiene tantas cosas, porque no es solo. En Los Guindos pasó casi el mismo caso. Como mi papá solía venir a comprar papas en esa casa, el viejito, donde compraba papas le conversó igual que le dijo que antes había una vivienda ahí y los viejitos también tenían una niña bonita ahí, y tenían una vertiente y esas tampoco son solas, unos ojos de agua que salen así y tenía esa vertiente así y la niña la mandaban a buscar agua solita y esa niña es que cuando fue grande se le apareció un caballero en el agua que dicen que era rucio y esta niña también murió, se le apareció un hombre rucio, que ya se enamoró de la niña esa. La niña ya no paró en la casa, paraba en el estero nomás, en la vertiente, los huasquearon [golpear con una huasca, huincha de cuero] una vez los viejitos y la niña se enojó y se fue para el pozo y cuando ya lo siguieron lo fueron a pillar con el caballero. ¡Quizá que le pasaría a la chica!.
Antiguamente a nosotras por ejemplo no nos daban permiso para ir al lago, porque mi papá decía que en este lago se asomaba una maquinita, se asomaba cualquier cosita bonita y las niñas iban a tomar eso y desaparecían, se iban, se perdían, no nos permitían venir al lago, este lago era muy pesado antes, muy antes. No permitían bañar a las mujeres porque decían que si andaban embarazada sus hijos iban a salir fenómenos, mi papá no lo permitía a ninguna niña, este lago era muy solo.

Cuando lo fuimos a mirar se desapareció

Antes trabajábamos en Centro de Madres y tenía una compañera, siempre a mi compañera le gustaba pasar al lago, tomar mate a la orilla del lago al otro lado. Ella llevó un pedacito de carne y lo pasamos hacer un asadito, andábamos las dos y [su hijo]. Estabamos por empezar a tomar mate cuando en la embocadura del río, yo no puse cuidado altiro, siento que chapateaban [zapatear] en el agua, entonces yo me quedé calladita y mire para la embocadura del río y alumbraba como un espejo, una cosa larga saltaba el lago y la ola llegaba adonde habíamos dejado el bote, cuando yo no aguanté más le dije a la Minda: "Mira Minda" le dije, y no había viento y en esa parte sonaba, quedamos mirando harto rato, terminamos tomar mate y cada rato brillaba más, empañaba la vista, la Minda me dijo: "Estemos calladita tía, cuando de repente se cayó y de repente sentimos que venía una cosa a la rastra por el río para arriba, entonces "tía -me dijo ella- ahí viene". Claro que iba asomando, era un bote se veía la proa de atrás y la de adelante iba arrastrando por el río arriba , y como tiene una chica la Minda y como los chicos son tan locos, "podemos ir a mirar", una chica más chica que la Paula, "no vaya -le dije- cuando vaya allí lo vamos a ir a mirar". Cuando lo fuimos a mirar se desapareció. De allá nos volvimos de noche, ella era valiente. La cabra de más valiente, llegamos a las doce de la noche. Yo he visto dos visiones en el lago.
Otra vez nos fuimos con mi hermano Pascual de aquí para allá [Rupumeica], tampoco no había nada de viento, íbamos por allí donde el pastor para acá cuando vimos un palo mocho(28) que asomaba paradito, orillando venía, "este palito lo encontré en denante cuando me iba para alla andaba por aquí", dijo el hermano, y los fuimos para allá y el palo se fue detrás de nosotros y se fue a quedar en la esquina y lo perdimos, ya cuando salimos del agua me conversó: "Ese palo lo pasé pillar en denante cuando yo me fui andaba por donde Carlos Lehuen, ese mocho".
Dicen que donde Llancar llegaba, dicen que siempre salían a pillar a un barón muy bonito. También en la noche se ve un vapor, en la noche decía el finado [refiriéndose a su hijo muerto] que lo alcanzó un barco de esos y la música decía que ni aparente que la música que uno escucha aquí diferente luces, no es como la música de mexicano no pues no son nada de ellos, no vio nada gente, sintieron nomás, el venía con su tío, ellos sintieron que venía un barco detrás de ellos, después cuando el estaba aquí lo escuchamos y él dijo esa música venía del lago.
Por eso uno tiene que tener respeto al lago por eso para el lepún uno no se puede ir a lavar al lago, uno tiene sargento que cuida. La mamá de este cabrito [su nieto] es buena para nadar y le solía decir no se vayan tan adentro para el lago, de repente le pueden chupar la teta quizás que cosa. Y así no estuvo esa cabra jodida de los pechos y ahora último fui a Santiago y ella se hizo así en los pezones y le salió una cosa larga de los pechos. El chico mío como iba morir ahogado es que veía cosas en el lago.

Pero esas apariciones no le pueden hacer nada porque uno está protegido por Dios.

Aquí ha vivido muchas experiencias antiguas, tal como la otra vez que hablaban del Caleuche, yo en mi corazón pensaba la gente ignorante habla de esas cosas, pero yo sé que lo que es el Caleuche.
Sabimos claramente que en esta vida hay dos seres que hay, una esta el señor Jesús mi Dios que le llamamos, nuestro padre Jehová y el otro es el enemigo el contendor, entonces ese demonio el diablo digamos, hace aparecer cuanta cosa, imagínese que contaba la señora que a su chica se le llegaba a parar los pelos, eso fue cierto seguramente, pero que ese es el enemigo. Por eso digo que esas cosas existen, antiguamente la gente veía esas cosas, pero antes en la ignorancia de la gente se veían mucho, pero ahora ya no porque la gente no está tan ignorante como antes.
Tal como nosotros una vez yo me andaba bañando en el lago de Hueinahue y allá con siete nos metimos en el agua y se nos apareció una cosa, vimos un durmiente con puras letras, letras rojas con alambres, esa es una historia como yo le cuento yo lo vi con mis propios ojos, por eso digo yo que las cosas se aparecen, me dijeron a mi que ese era el Caleuche, porque ese es el diablo, claro pues, si tiene poder, pero solo en la tierra.
Salimos asustadas, tengo que haber tenido once o doce años, como me acuerdo ósea en ese lado en Hueinahue siempre se ven cosas, dicen que se levantan unos cueros igual. Dicen el cuero algún animal será ese, de repente se extiende y se ve el agua color rosa. Mi mamá cuando era chica dice que ella una vez estaba enjuagando, ella se crió con madrastra y la madrastra la mandaba tarde a enjuagar al lago y ella estaba enjuagando y de repente es que miró y vio que un cuero de color y es que por toda la orillita le vio uñas y ojos, por toda la orilla, y salió corriendo dejo la ropa botada.
Una vez que veníamos de Hueinahue, yo era soltera todavía, todavía no pololeaba con mi viejo y nos vinimos en la tarde de allá y había una neblina seca en el lago y venía con dos hermanos, entonces venía por ahí por Estancilla. Entonces de repente yo sentí remar al lado del bote, "mira ahí va un bote", les dije yo a los chicos y claro ellos lo sentían pero no lo veíamos nada, y nosotros remábamos y el bote remaba y sabe que de repente lo vi de lejos, pero no vimos gente, nos acompañó hasta la esquina de Maqueo y desapareció, pero esas apariciones no le pueden hacer nada porque uno está protegido por Dios.

Yo nunca he visto los cueros

Yo nunca he visto [los cueros] pero mi papá suele decir que esto es igual que uñas de gato por todo el rededor. Antes es que se veía más estaba en los esteros antes entrar al lago, de todos los colores, hay de todo porte también y hay cueros grandes también y esos cueros en el agua es que son super forzudos y un lazo es que le amarraron, no sabían que al llegar al agua iba a tener tanta fuerza el lazo es que no fue capaz para sujetarlo y lo soltó, cuando es que está muriendo que comienza a salirle pura espuma.

Pájaros Y Culebras


Hay una gruta que se llama Colo-Colo

Ahí en la casa de nosotros hay una gruta que se llama Colo-Colo, ahí hay una piedra hueca, así [señala con las manos poco más de un metro hasta sus caderas], fea adentro, termina así con un huequito, al final termina con un hoyito chiquitito, pero arriba es como una tolba , es grande. Ahí aparecía cualquier cosa, balay de culebras, mi mamá cuenta que sacudiendo el pastito para hacer huerta asomaba un balay de culebras, como mi mamá no tenía miedo las demandaba, las echaba que se fueran.
Porque ahí era puro monte con palos gruesos, mi mamá se fue a vivir en medio de la cordillera, dicen que había mucho bicho raro, por eso que en esas partes muy cerradas les decían, bosques de palo, por eso que decían que era Colo-Colo, porque asomaban cualquier figura, ratones grandes, el rey de los ratones es que le dicen Colo-Colo. Mi papá dice que cuando rozó un macal [agrupación de maqui] asomaban unos tremendos ratones que con el murrero les daba. Mi papá decía que no entren la vaca al Colo-Colo. Le pusieron así, porque el primer viviente se llamaba Colo-Colo.
Mi papá dijo una vez: "Chicas vayan a buscar las vacas", y partimos allá para el Colo-Colo. Nosotros y fuimos a buscar las vacas, y nosotras novedosas "vamos a mirar la piedra hueca", iba yo con la Clarita llevamos los perros y partimos y cuando entramos a la piedra de repente dijo: "jiujiujiujiu" [aquí la ñaña hace un ruido con la boca imitando el sonido del viento]. ¡Nosotros salimos soplados para fuera, como que hirvió!. Fuerte sonó, retumbó adentro de la piedra, y después en la casa nosotros le contamos a mi mamá y ella dijo: "Para que entraron ahí, ahí nace un culebrón muy feo, tiene la cabeza como gallo y vuela en la noche". Y así se va en la noche, la cabeza roja(29) como un gallo roja con cresta, pero atrás trae una tremenda culebra roja, es una culebra, y baja por el cerro, baja por el estero para abajo se pierde para allá, baja al lago, va para el Lago, mi papá varias veces lo vio, mi mamá también lo vio, que nosotros no sabíamos, ellos decían: "Si Colo-Colo se llama". Y así se llama esa grutita una parte hueca ahí, hay un sanjoncito, de la casa de nosotros para arriba en una roca hueca ahí, y es feo, para arriba como una en la piedra ahí como una tolba, más abajito ahí van a sacar agua, pasa el estero, el baja por ahí, pero es pesado, es pesado y baja al lago, baja tempranito, mi papá lo vio varias veces cuando iba a buscar bueyes por ahí tempranito con una neblina, de repente que salía es que "jiujiu" es que hacía y baja pero es que con una fuerza, dicen que es el culebrón que pasa, un animal nomás de la tierra, es dueño de la tierra, no es dañino si no le hacen nada, él no hace nada, mi hermana decía: "Por qué no le tiraste un palo para ver que pasa". Mi mamá también que lo vio una vez, que bajo de arriba, pero que baja y llega a hacer viento si, donde baja así [parado], bien rápido y para atrás rojo la culebra y con la cabeza paradita como un gallo. Bueno después mi papá rozó, se hizo pampa pero quedó el hoyo ese, está el hoyo ese, y ahí quizá se mandaría a cambiar o se iría al lago, le gusta vivir escondido.
En ese mismo estero más abajo de la casa, mi hermana escuchaba cantar frente donde vive mi hermana [hermana que vive abajo de la casa de los padres]. Ahí se oía cantar a una niña es que, bonito que cantaba una niña, y siempre las chicas se ponían arriba, no es que antes veníamos a la escuela aquí abajo, y después nos íbamos un grupito para arriba y cantaba una niña una voz linda, se dice que son encantos que a veces se muere una niña, antes, antes se murió alguien.
Ahora no pasa eso porque se limpió más. Antes había más como montaña, había palos gruesos, si antes esto era puro monte para arriba, nosotros vivíamos arriba en un palo grueso, el Tiquenal(30) , el Laurel(31) , después mi papá siguió volteando para limpiar su pampa, y de ahí ya se fue alejando esas cosas. ¡Y debía de ser bonito!. Mis hermanas mayores escuchaban se ponían contentas.
Un día dieciocho cuando íbamos para arriba nosotras vinimos a buscar a mi papá estaba donde sus hermanos y también escuchamos una bulla, una conversa, y que guitarra, risas, pero que no supimos de que lado era, si antes no había casas aquí, estaba la casa de mi abuelito nomás, y la casa del finado Argentino que vivía acá donde vivía Anchuco, él era de Huahum para arriba, Argentina. Comelai era su apellido, Comelai Panguilef era, ese viejito argentino vivía solito ahí, nunca se casó.

En Huapi hay unas piedras [relato a dos voces]

En Huapi hay unas piedras -relata el wentru-, es que me invitó un hombrecito del mismo porte mío y de tan poco valor pero bien elegante, yo después preguntándole al finado de mi abuelo ahí no lo conocía nadie, pero ese hombre era bien conocedor de esas piedras, yo de primera no tuve nada miedo y lo seguí, fuimos a la piedra bruja primero a suertearnos, pasamos, después allí me dijo vamos a pasar en un túnel y ese túnel va a salir harto arriba casi a la orilla de la casa de mi abuelo Vicente Caipul.
Pero es que cuando él se me alejaba adelante, es que adentro no se ve nada, ni siquiera el fósforo alumbra, alumbra la pura ampolletita, así para aprovechar de mirar no se ve ni una cosa, pero ese hombre sabía todo adentro, parece que adentro estaba como una pieza. Pasamos a fumar un cigarro que me dijo: "Va cansado amigo", amigo nomás me decía, "no un poco". A ratos es que se me alejaba se me adelantaba y yo estiraba la mano y es que lo alcanzaba, ahí adentro habían tizones de fuego, donde habían hecho fuego, ya la entrada fue más bonita porque parece que salimos la vuelta, así nomás, parece que volvimos para tras al lago, como una pieza. "Hey, tantea allá abajo a ver que pillas", me dijo, y era como leña y era una costilla de animal una mensa costilla, si me dijo: "Este es que tiene horma de costilla", y la piedra campaneaba mientras donde nosotros hablábamos unos ruidos en los oídos, si me dijo: "Es una costilla y aquí esta la cabeza", tendría como dieciocho años.
"Andaba buscando isleña" - agrega picaronamente la ñaña- por andariego le pasarían esas cosas, yo no era salidora, no conocía ni la isla, ni Rupumeica. Mi papá era muy estricto, no le daba salida a uno, en la casa todo el tiempo.
Lo que solía llegar a la casa a gritar siempre eran los pájaros, los concones [pájaro parecido a un chiuque o tiuque], dicen que esos también son mandados, hasta culebras llegaban a la casa. Una vez en pleno invierno pillé una ahí en el estero una chiquitita y yo como no le tengo miedo la aplasté y la hice pedazo y no estuve nada de acuerdo de hacerle otra cosa, cuando al ratito nomás [uno de sus hijos] casi se nos muere. Ese cabrito se había helado, los otros andaban en la escuela, y eso fue de día y en pleno invierno, y usted no va a ver una culebra en el invierno caminando, esas salen en el verano nomás. Esa vez fue cuando le dio dolor de estómago, que lo tuvimos cargado nomás, no había caso que le calme, como que se le tiraba a trancar el resueño.
Hay cosa más antiguas que en veces me acuerdo y otras que no [musita la ñaña mientras el wentru relata la historia]. "No era tan guaguita", dice el wentru. Te acuerdas que esa culebra la fui a pillar allí. Los otros chicos estaban jugando con la culebra, me gritaron: "Ahí hay una sabandija", esa vez yo trabajaba en la escuela. Era una culebrita amarillita y yo la empecé hacer pedazo, cuando al ratito el cabrito pegó un par de grito y estuvo bien jodido un buen rato, para mejorarlo tuvimos que hacer unos sahumerios.

Donde sea que este uno no debe andar con insolencia ni cualquier grosería

No sé como son los culebrones, pero que las culebras menean a las vacas le chupan las tetas, porque allá cuando vivíamos al otro lado donde mi suegro había un gualve [zona pantanosa] y dice que todo el tiempo se le perdía una vaca y una vez buscando la vaca la fue a pillar en ese gualve y cuando le silbó a la vaca estaba muy parada y la culebra arrolladita en las patas de la vaca y la culebra meta chupar y cuando él silbó, el culebrón se desató de la vaca, pero las vacas quedan enfermas que les chupe las tetas el culebrón.
Lo que contaba mi papá también antes es que se encontró un balay(32) de culebras que se van envolviendo, se van envolviendo, dicen que tirarle un peso al medio del tejido y se ensoberbean [de soberbia]. Él una vez se fue a tercear [encontrarse] con una de esas y al medio dicen que hay una culebrita blanquita y es que para donde va esa para ya van todas y son corredoras esas leseras.
Más cosas les pasaban a los antiguos porque había más matorrales. Un tío mío se escapó del león, Pangue también le dicen, iba a trabajar al cerro con su hachita al hombro y como antes no había pan llevaba su bolsita con harina tostada, iba de lo más feliz por un caminito finito cuando de repente se encuentra con el león cara a cara, pecho así con pecho, que ninguno de los dos reculó, "y ahora que hago", es que se dijo, le tiraba palito para el lado y el león es que mira así para el lado, "si viene para acá'", es que dijo, "es que le tiro el hacha" y le tiró el hacha y salió corriendo.
Donde sea que esté uno no debe andar con insolencia ni cualquier grosería nosotros habíamos llegado aquí esa vez y las chicas mayores se fueron con su hermano ese que se ahogó para Rupumeica, de aquí en bote no había nada mucho viento, se fueron los tres hermanos y el primo, iban cuatro y éstos quizás que iban hablando en el agua [lago] cuando iban por Los Guindos es que le dijo [el primo] "echa tu trenza para abajo María", es que le dijo y las trenzas iban paraditas así para arriba, es que yo las manejaba con trenza y mi otra chica igual y es que ellos también, dicen, es que la bajaban y subía altiro, y ella le dijo: "Ustedes que hablan leseras" y un viento es que le salió apenas llegaron a Rupumeica.

Duendes


La gente más antigua tenía conocimiento

Mi papá vio una lucecita una noche, estaban todos juntos, es que mi papá estaba soltero. Mi tía Juana ella es que salió fuera, y después salió mi papá y se encontró con su hermana en la puerta, y es que pasó como una bala para adentro "y que pasó ", es que le dijo, y no habló nada, y es que él fue. Pero ellos siempre veían todo el tiempo en su casa que lo rodeaba eso, más en la noche, así que él fue por el mismo lado donde iba mi tía, así es que lo vio bajaba arriba, bajaba abajo a ratos más alta quedaba, chiquitita de repente pegaba otra estirada y quedaba re larga la luz y él es que se fue, dijo: "Este tiene que ser", quizás le habrían dicho los meicos un secreto, que va y lo va a tocar, pero casi lo habían dejado perdido a él, casi una verdadera chispa, casi sacudir un tizón fuera del fuego, dejó la desparramadera, cada chicotazo es que desparramaba chispa, y casi que había llegado en una casa de chancho, dicen que esos son muy amantes de los nidos de los chanchos. Los chanchos dicen que también son parte del mal, según dicen que esos también los hizo el diablo.
Y entonces es que le siguió dando hasta que lo jodió, pero dicen que no pudo hablar ni una cosa, ni gritar porque la boca lo tenía amarrada, apretada, y dele nomás, ya que no daba más, ya estaba cansado, la cuestión de tanto que ya saltaba ahí nomás, de repente es que habló tanto forcejear, pero dice que fue un menso grito que se mandó, como se le había descosido la boca, sería ya cuando ya estaba jodido, ya no tuvo fuerza para cerrarle la boca. Y ahí es que fueron con un machete y llevaron luz, y era un verdadero sapo nomás, no era ninguna luz, era un sapo grande así como rana es que le dicen, le mandaron un machetazo y es que se apachurró nomás y, es que de repente volvió a estirarse otra vez quedó tremendo. Le echaron de todo sahumerio(33) , con las brazas al final no lo cortaron, y algo de efecto le hizo, y salió es que una sola pata del sapo y al otro día cuando amaneció y fueron a ver si era sapo verdadero o no, al otro día es que había una pata de kilkil(34) de ese pájaro, el chuncho.
Una sola pata de éste es que había, es que esos son de las patas peludas, con plumas, de los mismos dedos hasta la columna, que las plumas ni chamuscadas. De ahí se pasaron las enfermedades un poco, porque la dueña del sapo era una señora, al final la señora cayó enferma la misma noche, las hijas es que dijeron que había pegado un solo grito en la noche y no le calmó, le había quedado imposible su cara. De ahí ya lo tomaron conocido y es que se acabó la enfermedad, eran puros hombres en la casa de mi papá y es que ellos ya iban a estar grande y estar bien.
También contaba mi papá que a un hermano de él, una hija de la señora le había dado remedio para que el joven se interese de ella y le dio contrario, casi pasó para el otro lado el novio. Y el novio como no tenía ni un interés en ella es que se fue y no volvió más y ella quedó con su mala nombra. Ella es que lo consiguió en otra parte, entre tantas amigas, el remedio, la amiga seguro que no sabía nada, no era el remedio como se lo había pedido la amiga. Él es que no sabía ninguna cosa, era ella que estaba enamorada de él. Ahora los viejitos que sabían de esas cosas no hablan ya de eso, ahora la juventud tiene más salida, la gente más antigua tenían conocimiento.

En ese puente salta siempre un duende

En ese puente [ubicado en el camino principal de la comunidad] salta siempre un duende en una pata, salta para acá, salta para allá, el año pasado para San Juan vino silbando para acá y se volvió para allá. Los chicos salieron a mirarlo y no vieron nadie.
Si existen los duendes son chiquititos pero son gruesos. Aquí antes existía el duende, allá arriba me mandaron a buscar las ovejas y acá abajo en el maitén que hay, nosotros arreábamos las ovejas para arriba y el duende las atajaba y las arreaba para abajo, hoy que guerreamos y retarlo es peor, "oiga arréenos las ovejas para arriba", le decíamos nosotras, "ayúdenos". Le hablábamos bien así como un muerto, de repente cuando nosotras íbamos bien arriba con las ovejas de repente las arreabas para abajo y las ovejas se asustaban y quedaban todas paraditas firmes, mirando las ovejas y después mi mamá arriba: "Porque llegaron tan tarde". Si el duende no dejaba pasar las ovejas y nosotras veíamos a ese hombre, un hombre con manta chiquillillo y ancho, yo lo encuentro muy parecido al abuelo de mi esposo. Que rabia pasamos esa tarde. Pensábamos que era un hombre de la casa y no era nada, apenas llegamos a la casa, preguntamos, llegamos oscuro a la casa.
Había un álamo viejo donde aparecían los duendes, los killuche, bailaban y los mayordomos del fundo tenían que agarrarlos a chicotazos.

Esos son del mal, porque son espíritus que andan solos

El weküfu(35) , el duende, esos son cosas malas, espíritus malos también les dicen. Cuando yo era chica íbamos a buscar las ovejas y ahí yo vi un duende, porque antes era más solitario aquí. Nosotros íbamos de ese baitén de la piedra, de la subida para arriba, nosotros arreábamos las ovejas para acá, y el duende los arreaba de la piedra para arriba, y una tía nos gritaba: "Ven, arranca chica", decía y nosotros corríamos y el duende corría más, era un niñito que saltaba, se movía, pero no le vimos la cara nunca, y corría bien corredor, cuando nosotros llevábamos las ovejas para acá, él las atajaba y las llevaba para arriba.
Esos son del mal, porque son espíritus que andan solos. Esos atacan cuando las pillan débiles a las personas, atacan, pegan y a la persona le da como una pesadilla y la persona no es capaz de defenderse, pierde la fuerza, a uno le da una pesadilla y grita y no puede gritar, no puede sacar sus manos porque está soñando, así pasa cuando uno ve algo así. Cuando uno se encuentra en el campo, solo y salen esos duendes, no sé que les pasa a los vivos, gritan y no tienen fuerza, dicen que esos duendes tienen mucha fuerza, esos voltean a una persona, los patean y los pellizcan, los rasguñan, dejan señales.
En la casa que vivía mi esposo en Futrono, teníamos un primo nosotros ahí, y a ese chico lo mandaron para dentro, la casa era nueva, estaban haciendo la casa, lo mandaron adentro a buscar una vela, porque no había luz, y el chico fue a buscarla adentro, a la pieza de su papá. Cuando él es que entró corriendo y que lo atajaron dos chicos, y dice que eran de este porte nomás [indica un poco más abajo de la cintura], pero gordos, chiquititos, gordos pero con fuerza, pero no le vieron la cara y el chico es que se puso a llorar, lo zamarrearon al chico y es que el perrito no fue capaz de ladrarle tampoco, es que le gritaban y es que le decían "uchi-uchi" y el cabrito llorando, es que tenían fuerza, le pegaron al chico, tenía toda moreteada la cara.
Mi mami decía tenía una pieza sola adonde iba a dejar su guagua ahí y ella se iba a la cocina fogón donde cocinaban, y de repente que sentía llorar y iba corriendo y que la guagua botada bajo el piso. Los duendes la sacaban de la camita, y ella que le daba huasca y les gritaba que se vayan, y ahí quemaba ella esas yerbas(36) , el ajenjo, quemaba crin de caballo, y los reprendía en nombre de Dios, para que se vayan.

(1) Abuelito Wentellao, es el señor del lago (Quinillao, Elena). De acuerdo con estudios en el área huilliche, la presencia del "abuelito huenteao" se extiende desde el Lago Ranco por el norte, Chiloé por el sur y al este por la cordillera de los Andes. (Foerster y Gundermann 1996 : 198)
(2) Lepún (nguillatun). Rito que consiste en una "celebración comunitaria, festiva y sacrificial con la finalidad de propiciar a las divinidades y antepasados para obtener los dones de la fertilidad, la salud, el bienestar, etc" (Foerster y Gundermann 1996 : 210).
(3) El lepún se realiza en Rupumeica, en el lado oriental del Lago Maihue y enfrente de la comunidad de Maihue. Participan siete familias emparentadas. Dicen que en un tiempo participaron hasta treinta familias. Ahora muchos han dejado de participar, pues se han convertido a las iglesias evangélicas.
(4) El kasike o longko preside el lepún. Él convoca a los lepuneros, quienes deciden en conjunto la fecha del lepún, los animales a ser ofrendados, las visitas. Preside la primera reunión en la que se decide el orden de los sacrificios (aunque cada año tiene el mismo orden. Las visitas ofrecen su animal el último día) y se eligen los sargentos. Su coleo se encuentra en el medio entre los colihues con las banderas celestes. Es el primero en sacrificar. Asimismo, preside la última reunión.
(5) Niguillísima, Nigishma. Correspondería a una de las mediadoras - al igual que el abuelito wentrellao- que, siguiendo a Foerster y Gundermann (1996:196), son parte de la vida religiosa de las comunidades mapuche-huilliche y que determinan un espacio sagrado -al encantarse en un lugar- y son objeto de culto de forma anual o cíclica. En el caso del lepún de Rupumeica, la Nigishma, habita en el cerro donde al término del ritual se depositan los corazones de los animales sacrificados. Es un lugar sagrado y su violación trae castigos. Se dice que en una oportunidad un hombre y su hijo, no participantes del lepún, vigilaron donde los corazones y coleos habían sido dejados y una vez que la gente se fue, los buscaron y destrozaron. En ese momento se enfermaron gravemente.
(6) La cancha del lepún es un círculo dividido por las ramadas alineadas de norte a sur. Entre las ramadas y el semicírculo mirando hacia el este se encuentra el lugar sagrado donde se realizan las oraciones y las ofrendas.. El semicírculo en la dirección oeste (hacia el lago) se ubican las fogatas y la cocina. En la ramada se ubican la mesa, las bancas, el mueble y el tonel para el muday (en una esquina). Entre la ramada y el lugar sagrado se ubican bancas o troncos donde la gente se sentará mientras se realizan las oraciones, los sacrificios o se purunea o mientras se espera, generalmente son los hombres y las visitas que se sientan, las mujeres dueñas de coleo solo lo hacen cuando mientras esperan la oración y distribuyen la comida. El resto del tiempo se encuentran trabajando. En el lugar sagrado (donde los zapatos no son permitidos) mirando a las ramadas se ubica el coleo y la macana. En el centro de la hilera se ubican los coligues con las banderas de color celeste que representan el wenumapu (el cielo) y con ello a Dios. En los extremos de esta hilera se encuentran dos braseros (ollas en este caso), "que sirve para dar calor a los espíritus". Estos braseros son franqueados por dos palos de luma de la altura del brasero. Detrás (hacia el este) se ubican las estacas con los animales a ser ofrendados, y más atrás se ubica el lugar donde los animales son sacrificados; donde se cuece y asa la carne; y las fosas donde se queman los huesos y los restos de comida.
(7) Coleo es un colihue que representa al jefe de ruka así como al grupo familiar, lo masculino. El coleo es depositado junto con los corazones en el cerro donde vive la niguillísima al término de la ceremonia La macana, es un palo de luma, que acompaña al coleo y que representa a la kamaruka [según Augusta (1989:82), proviene del castellano, cama; los largueros de la casa] o jefa de ruka, lo femenino. "Puede que sea la esposa y el esposo y es hembra la luma" ( Panguilef, Silvia). La macana se guardará para el próximo lepún. Es sagrada y puede ser usada para sanar.
(8) El baile se llama purun. Es convocado por los sargentos y por los sonidos del tambor y el rali que las piuchenas tocan. El purun se danza alrededor del altar; las piuchenas son seguidas por mujeres en pareja y tomadas de la mano y éstas por los hombres. El purun termina cuando los piuchenes han llegado al final de la recta de la cancha, mientras los/as danzantes (descalzos)se ubican al frente del altar y, en conjunto, levantan los brazos (cuatro veces) hacia el este mientras los hombres gritan. El purun se danza cuatro veces en veinticuatro horas. El más largo corresponde al que se realiza en conjunto con el sacrificio de los animales. El purun es acompañado por el sonido de las trutrukas, las cornetas y el trompe. Las trutrukas y cornetas son continuamente mojadas, por los hombres, para hacerlas cantar.
(9) Una vez que el animal es sacrificado, las mujeres van a lavar al lago las tripas. Está prohibido mojarse durante todo el lepún, por ello las mujeres ponen mucho cuidado en el lavado.
(10) Los piuchenes se visten de los antiguos. Las piuchenas representan a la virgen María. Los piuchenes representan al Señor. Las piuchenas purunean [bailan] con el rali, que es como un plato y tiene una cuestión atrás, es como un kultrun chiquitito. Ellas empiezan el baile, cumplen su tiempo de dos a tres años. Los piuchenes purunean a caballo andan trayendo la bandera azulita, y vestido de antiguo como anduvo el Señor con una chiripa amarra. (Quinillao, Elena). Los piuchenes -acompañados por otros jóvenes- galopan alrededor de la cancha del lepún en cuatro círculos y con gritos (awun) y terminan en una recta (hacia el oriente) en la dirección en que se encuentra el cerro donde habita la niguillísima. El purun termina cuando los piuchenes y los danzantes saludan hacia el oriente.
(11) Durante el lepún los participantes deben comportarse. Esto significa no beber, mojarse en el lago, no pelear, etc. Cualquiera de estos actos provocan castigos como enfermedades, lluvias u otros. Durante un lepún se levantó un viento cordillerano cálido (puelche) muy fuerte que fue interpretado como un castigo por el mal comportamiento de algunos.
(12) Los kamarukos que ofrecen al animal escogen a la persona que va a sacar el corazón (la rapidez y la destreza es valorada). Este a su vez escoge a dos ayudantes. Una vez realizado el sacrificio, la persona que sacó el corazón danza alrededor del altar y por fuera del círculo de danzantes (es el purun más largo). Luego coloca el corazón en la macana. Las kamarukas reciben la sangre en una fuente durante el sacrificio. Ellas son ayudadas por una hija u otra mujer escogida. Preparan el ñachi que se colocará junto al muday y harina tostada delante del coleo y la macana familiar. La carne y la piel del animal se ponen detrás del coleo y la macana.
(13) Los sargentos son los encargados de orden en el lepún. Usan un bastón, entregado en el momento de ser escogidos por los kamarukos. Se preocupan del orden del ritual; llaman al purun; apuran las ofrendas; distribuyen el muday (durante las cuatro oraciones del día) y la comidas de acuerdo con el orden de intercambio definido; vigilan el comportamiento de los participantes ("Si uno se porta mal puede recibir un varillazo").
(14) Una vez finalizado el lepún, el cuarto día, después de la oración final en la falda del cerro donde habita la niguillísima y donde se depositarán los coleos y los corazones, los participantes desarman las ramadas, se queman los huesos de los animales sacrificados (no puede faltar ninguno, pues cuando resuciten les faltará ese hueso) y las sobras. Luego se dirigen hacia el río donde esperarán la reunión final (al mediodía debajo del peral). Antiguamente, las restricciones del lepún se levantaban después de la reunión. Ahora, se levantan antes (especialmente el bañarse en el caso de las visitas o los/as más jóvenes).
(15) En la cancha del lepún, en el extremo oriental, se encuentra la fosa donde se depositan los restos de comida y huesos de animales que serán quemados el último día del lepún. Todo debe ser consumido, nada se bota y lo que no es consumido se quema.
(16) La comida es preparada por las mujeres. Cada kamaruka decide que va a presentar. La comida consiste en sopa, ensalada de habas, tomate, arvejas (a veces se incluyen huevos y choclos), papas y pan. La comida es ofrecida alrededor del mediodía. Luego de un purun (baile), los kamarukos inician la oración, arrodillados ante el coleo, que consiste en una petición o ruego por el bienestar familiar. Esto se hace mientras se vierte y se hace una cruz en el coleo y la macana, muday y harina tostada. Luego se levantan y se dirigen en fila hacia los animales a ser sacrificados donde se repite la ofrenda de muday y harina tostada. Esto se repite con la sopa. Una vez que los kamarukos han terminado la ofrenda, continúan los hombres jóvenes (pichiwentru) y luego las kamarukas seguidas de las jóvenes (lamgnen). Una vez terminada la ofrenda, los sargentos distribuyen -en el orden acordado- el muday y la comida. Las kamarukas, sentadas en la banca que da al altar, distribuyen la comida recibida a sus familias. En el caso de la carne y el ñachi, los oferentes la distribuyen entre su familia y otras personas (es un honor para los/as que reciben). Las personas regaladas deben consumir toda la carne y el ñachi durante el lepún y deben devolver todos los huesos, en el caso de la carne, y el plato, en el caso del ñachi, limpios.
(17) Entierros, joyas de plata enterradas por los antiguos mapuche que arde [brilla] en la noche de San Juan.
(18) Velorios, se extienden por tres días. El deudo debe ofrecer alimento a sus huéspedes, a cambio éstos lo acompañarán durante el velorio. Se eligen cocineras (de varias ofrecidas) y bastoneros (hombres encargados de velar por el respeto en el velorio). Ellos cuentan a los asistentes, parten y reparten las presas de carne. Durante el velorio se conversa y ameniza con chistes, cuentos y chicha.
(19) Chiñetos, es de pura mostacilla y tiene unas chauchas antiguas [monedas de plata] (Quinillao, Elena); Trarilongko, cintillo de plata (Catrileo 1995: 208).
(20) Chaquira, collares de mostacilla y semillas de trigo y otras (Quinillao, Elena).
(21) Choñchoñ, cabeza de bruja alada (Aldunate 1978: 48); pájaro nocturno (Catrileo 1995: 158).
(22) Rüpü, pájaro caminante (Catrileo 1995:107).
(23) Kulliñ, animal. Forma de pago o dinero (Catrileo 1995: 146).
(24) Mal consiste en un daño a otra persona que se manifiesta en una enfermedad. "Es causado por gente que tiene un espíritu el que puede utilizar para dañar a otra persona" (Cayo, Andrea).
(25) Según Gutiérrez (citado en Foerster y Gundermann 1996::214), la machi (en nuestro relato la meica), usa distintos medios para conocer el mal que aqueja a la persona. Un medio es el examen de orina de el/la paciente: "El color, la consistencia, incluso el olor ayudan a la machi a formarse un cuadro clínico exacto del paciente en consulta". Otro medio son los signos misteriosos o extraordinarios que hayan sido observados por el/la paciente y sus familiares.
(26) Alwen, el alma del muerto (Augusta 1989: 7). Alwentun, mirada de un muerto (Quinillao, Elena).
(27) Barón, es un palo largo de walle (ulmo) y siempre está a la orilla de la playa. (Quinillao, Elena). Según Augusta (1982:259), walle, se refiere a los robles nuevos pequeños. La parte blanca que está unida a la corteza.
(28) Mocho, es un trozo de palo redondo (Quinillao, Elena).
(29) Rojo es colorado, significa peligro. Ardiendo con llamas, fuego (Panguilef, Silvia).
(30) Tiquenal, tiques tambien se les llama olivillo. "Ahí en los tiquenales oíamos cantar niños un bulla no se sabía quien cantaba. Nos daba miedo pasar por ahí" (Panguilef, Silvia).
(31) El laurel lo botaron en 1971. Se escondían en él cuando eran castigados, "era defensa de nosotros arriba del laurel" (Panguilef, Silvia).
(32) Balay, tejido de colihue que se utiliza para limpiar trigo y que tiene forma de plato (Quinillao, Elena).
(33) Sahumerio, se utiliza para "limpiar" la casa o las personas de los malos espíritus. Algunos son hechos de eucaliptus y azúcar; otros son de ajenjo, laurel, ruda y de ají. También se usa lana de oveja recién sacada y sin lavar. Se quema y su humo se esparce sobre la cabeza de los bebés para alejar el mal de ojo de espíritu.
(34) Kilkil, el chucho o chuncho (pájaro nocturno) (Augusta 1989: 94).
(35) Weküfu, fuerzas maléficas que provocan enfermedad y muerte (Catrileo 1995: 228).
(36) Se refiere a un sahumerio. El sahumerio se utiliza para "limpiar" la casa o las personas de los malos espíritus. Algunos son hechos de eucaliptus y azúcar; otros son de ajenjo, laurel, ruda y de ají. También se usa lana de oveja recién sacada y sin lavar. Se quema y su humo se esparce sobre la cabeza de los bebés para alejar el mal de ojo de espíritu.