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Territorio y cosmovisión wijice


1. El territorio de la investigación

El territorio wijice tiene fronteras reconocida en otros estudios de investigación y en la distribución espacial que hacen las propias identidades territoriales que actualmente buscan recomponerse. Este límite al norte tiene una frontera natural en el río Tolten y en el sur la Isla grande de Chiloé. Los territorios del Pikunwijimapu y el Caurakawin corresponden a la zona centro y norte de este espacio y están divididos por el río Rahue, siendo un límite natural al sur el golfo de Relconcaví.

No era un aspecto específico del trabajo concluir sobre los limites del espacio conocido como territorio wijice. Este debe ser precisado en futuras investigaciones que profundicen sobre aspectos históricos y culturales que fundamenten una delimitación y sus variaciones en el tiempo. Este trabajo solo hizo un avance en la reconstrucción de espacios territoriales al interior del Pikunwijimapu y Caurakawin, y cuyos resultados iniciales se pueden observar mas adelante.

Mapa Territorio
Este territorio se compaginó con la actual división política administrativa del país. El territorio reconocido por los wijice actualmente correspondería a toda la X región e incluiría en su frontera norte las comunas de Tolten, Loncoche, Pitrufquen y Gorbea de la IX región.

Para fines de este trabajo se redujo el territorio de la investigación a las actuales tres provincias de la zona norte de la X región de Los Lagos: Valdivia, Osorno y Llanquihue, a excepción de la comuna de Cochamó en la provincia de Llanquihue, ya que existe ahí un limite natural relevante y que corresponde al estero Reloncavi. Con este cambio en los limites geográficos adecuados a la actual división administrativa se busca optimizar la sistematización, lectura y análisis de la información, ya que la mayoría de esta información, principalmente la proveniente de servicios públicos, se ha hecho sobre la actual estructura administrativa del país. Esto seguramente será así también para la presentación, validación y puesta en práctica para la mayoría de la acciones futuras que se propongan y que requieran la intervención de organismos del estado.

Sobre esta realidad geográfica se especificaron datos generales relativos a la población, con el fin determinar las zonas de mayor concentración mapuche. Esto sumado a los datos que se conocen sobre la incidencia y dinámica de las de organizaciones wijice en este espacio territorial fueron factores importantes para definir la aplicación de la encuesta, como principal instrumento de trabajo y fijar criterios para recopilar información.

Mapa Provincias y cuadro de distribución de población Urbano Rural



Tabla población urbana-rural, porcentajes por provincias


Provincias
urbana
% Urbana
rural
% Rural
total
Valdivia
243.339
68, 3 %
113.057
31,70%
356.396
Osorno
163.808
74%
57.701
26%
221.509
Llanquihue s/ Cochamo
232.962
73,50%
84.168
26,50%
317.130
Totales
640.109
71,51%
254.926
28,49%
895.035

(Fuente: INE, Censo de Población 2002)

1.1. Datos sobre población wijice

Sobre la población mapuche el Censo 2002 entrega cifras significativas. Según la ultima medición de población 692.192 personas equivalentes al 4,6 % de la población total se identifican con algún grupos indígena. “A diferencia del censo realizado en 1992, que consultaba a las personas de catorce años y más acerca de su eventual identificación con alguna de las culturas mapuche, aymará o rapanui, el censo de 2002 preguntó sobre la pertenencia a uno de los ocho grupos étnicos reconocidos en la legislación vigente.” (CENSO 2002)


Un factor importante es la condición de ruralidad, debido a que se ha venido haciendo mención a la migración de zonas rurales de la población, y el establecimiento cada vez más fuerte en zonas urbanizadas

No obstante los índices estadísticos, la población mapuche prevaleciente en el país vive un cambio global acompañado de procesos de re-etnificación acorde a los tiempos. Se apoya mayoritariamente en la ley promulgada el año 1993 para llevar a cabo estos procesos, bajo la convicción de que hoy día no basta reproducir patrones culturales tradicionales, sino que se requiere controlar de mejor modo las relaciones que establece con la sociedad nacional. En cada sector los equilibrios de estos polos de desarrollo se viven al interior de los sectores (comunidades) y aún en familias, allí radica la importancia de la investigación.

En el cuadro siguiente se pueden ver las comunas del territorio en estudio y la población wijice reconocida en el Censo 2002.




Mapa población mapuche por provincias y cuadros comunales
v3_t3_chaurakawin00.jpg

1.2. Organizaciones del territorio

Nos referimos aquí a las organizaciones formales reconocidas en la Ley indígena. Existen aun otras organizaciones que tienen su historia ligadas a procesos políticos locales como la Coordinadora Lafkence en la costa de San José de la Mariquina, nacida bajo la lucha social contra la dictadura militar, o la Coordinación de Comunidades en Conflicto de Panguipulli, que se forma a fines de la década del noventa para denunciar la usurpación de tierras. Ambas organizaciones tiene hoy sus propias coordinaciones y acciones en su territorio, procesos que se necesario revisar mas detenidamente en futuras investigaciones.

De acuerdo a los registros de la CONADI estas tres provincias cuentan con 370 comunidades y 150 asociaciones indígenas. La concentración de estas organizaciones serán un dato relevante para la delimitación del trabajo de esta investigación y en el mapa anexo final se pueden observar la ubicación de las comunidades.

No existe una definición georeferencida de los puntos marcados y su ubicación es sólo una ubicación relativa, la que fue trabajada con los entrevistados y dirigentes durante la investigación2. Aun así permite visualizar las zonas de mayor concentración de población y su relación con la participación actual en comunidades y organizaciones reconocidas oficialmente.

Veremos aquí dos ejemplos de esta concentración de población wijice, su relación con la población comunal y las organizaciones presentes en le territorio comunal.

Distribución de Comunidades y Centros Ceremoniales Sector San José de la Mariquina
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v3_t3_chaurakawin02.jpg

Distribución de Comunidades y Centros Ceremoniales Sector Misión
San Juan de la Costa
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1.3. Reconstruyendo el territorio En los talleres desarrollados en Valdivia y Osorno se inició un trabajo de reconstrucción de los espacios territoriales, identificando los lof o kavie (como se denominan en el territorio del Caurakawin), como también los lugares de importancia religiosa, política y cultural. Para ello se trabajó con mapas 1:500.000, en los cuales los asistentes al taller debieron delimitar los espacios correspondientes a l
la zona. Fue una experiencia interesante que logró acaparar la atención y motivación, mas que la construcción de propuestas e iniciativas para una nueva relación,

Territorios Lof Sector Futrono Lago Ranco
v3_t3_chaurakawin05.jpg
v3_t3_chaurakawin06.jpg
v3_t3_chaurakawin07.jpg
v3_t3_chaurakawin08.jpg
v3_t3_chaurakawin09.jpg
v3_t3_chaurakawin10.jpg


















. Pr
cedencia d
ntrevistad
n zona, c


os se

Zona
Co
Lof


muni

1
Panguip
Malchelh
Malchehu
2
Panguip
Malchelh
Quitrico
3
Panguipulli
Pidenko
Pidenko Ca
4
Panguipulli
Coz Coz
Coz Coz ancahue
5
Loncoche
Felipe Nitrihua
R
6
Fresia
/
Peñasmó
7
Lanco
Lumaco
Quilche
8
Lanco
Lumaco
Quilche uilche
9
Lanco
Lumaco
Q
10
S J de la M
Kojalwemapu
M
11
S J de la M
Mehuin alto Bajo
M
12 13
Calbuco Futrono
Huayun Kusanko
/
14
Futrono
Victoriano
KaW
15
Futrono
PitripaJacinto Carrillo
Ru
16
La Unión
Pilpilcahuin
/
17
La Unión
Cuncumucun
/
18
La Unión
Cuncumu
/
cun



19
S J de la C
Liukura
/
20
S J de la C
Maicolpi
/
21
S J de la C
Loma de Pi
/
22
S J de la C
Pichilafquen
/
23
S J de la C
maPanguimapu
/

25 San Pablo Chiguaypulli / 26 San Pablo Quillipulli / 27 San Pablo Huacahuincul / 28 Río Negro Catrihuala La Catrihuala 29 Río Negro La Capilla La Catrihuala 30 Río Negro Rayen Coyam /
su lof de procedencia. Los catorce
p
La Unión, Fresia, San Juan de la Costa, Calbuco y San Pablo, mientras que en Panguipulli, Loncoche, Lanco, San José de la Mariquina, Futrono y Río Negro este concepto permanecería siendo una referencia viva. 2.2 Trokin che y tipos de familia La siguiente ta
tr
Tabla. Trokin che y Tipos de familia

Zona
Comunidad
trokin che
Tipo de familia
Panguipulli
Malchelhue
Weke
extensa
Panguipulli
Pidenko
Punoy
nuclear
Panguipulli
Coz Coz
Tripayante
nuclear
Loncoche
Felipe Nitrihuala
Carileo
extensa
Fresia
/
Yauka
extensa
Lanco
Lumaco
Compayante
nuclear
Lanco
Lumaco
Compayante
nuclear
Lanco
Lumaco
Compayante
nuclear
S J de la M
Kojalwemapu
Caniulaf
nuclear
S J de la M
Mehuin alto
Hualme
extensa
Calbuco
Huayun Bajo
Huirimilla
/
Futrono
Kusanko
Huimelahual
extensa
Futrono
Victoriano Pitripan
Curinao
nuclear
Futrono
Jacinto Carrillo
Panguilef
extensa
La Unión
Pilpilcahuin
Huenchucona
extensa
La Unión
Cuncumucun
Naipallantü
nuclear
La Unión
Cuncumucun
Naipallan

S J de la C SUR
Liukura
Pinol
nuclear
S J de la C
Maicolpi
Paillamanque
extensa
S J de la C
Loma de Piedra
Jaramillo - Millahual
nuclear
S J de la C
Pichilafquenmapu
Piniao
nuclear
S J de la C
Panguimapu
Camiao
nuclear
S J de la C
Pualhue
Rumian
extensa
San Pablo
Chiguaypulli
Cheuquian
nuclear
San Pablo
Quillipulli
Aguas Deumacan
extensa
San Pablo
Huacahuincul
Alcafuz Canquil
nuclear
Rio Negro
Catrihuala
Cheuquian
nuclear
Rio Negro
La Capilla
Quintul
nuclear
Rio Negro
Rayen Coyam
Marileo
nuclear

La variable tipo de familia se aisló con el fin de poder relacionar la pertenencia al lof con la reproducción del estilo de vida mapuche. Dado que tanto la organización del parentesco como la distribución de los roles, constituyen pilares de la estructura social mapuche, se estima que el tipo de familia podría ser un indicador comprobable de la manera en que en la actualidad se estaría reproduciendo la red interna de relaciones sociales mapuche wijice.

Según la información de la tabla, 16 entrevistados vivirían física y socialmente en familia extensa, diecinueve en familia nuclear, y un entrevistado se manifiesta de manera exclusivamente individual. Ello significaría que sólo el 33% de los entrevistados estarían reproduciendo el estilo de vida familiar cohesionado que mantiene unidad filial entre más de dos generaciones anteponiendo vínculos sanguíneos tanto desde el punto de vista político como cultural. Por otro lado, los diecinueve entrevistados que constituyen el 63,3% se presentarían como pertenecientes y reproductores de un estilo familiar nucleado en torno a la estructura básica de padres e hijos. En este estilo se reconocen sólo dos generaciones viviendo en un mismo espacio desconociendo en algunos casos la relación con una generación mayor precedente y en otros con una generación menor asentada y vitalizada en contextos ajenos (fundamentalmente urbanos). La profundización de este aspecto podría orientar respecto a las proyecciones de la vida familiar mapuche wijice, considerando factores económicos, laborales y educativos que impulsan la migración y desarticulan la red familiar extensa.

Otros datos demográficos aislables de las entrevistas son:
67,1 años el promedio de edad mayor y 17,8 años el promedio de edad menor.

• en 27 familias alguno(s) de sus integrantes han cursado Educación Básica (en todas las zonas).
• en 23 familias alguno(s) de sus integrantes han cursado Educación Media (en todas las zonas)
en 10 familias alguno(s) de sus integrantes han cursado Educación Superior (Panguipulli, San José de la Mariquina, San Juan de la Costa, San Pablo y Río Negro).
Sólo en cuatro familias hay personas sin estudios (Panguipulli, Lanco y San Juan de la Costa (2)).
Un entrevistado no contesta a la pregunta (Calbuco).

2.3. Migración
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Los registros estadísticos que se manejaban en el período 1987 y 1992 planteó la existencia de regiones que presentaban ‘saldo migratorios negativos’, es decir, que la población migraba sin retornos, mostrándose bajos registros poblacionales con éste hecho, sin embargo también existían aquellos lugares en los que la migración resultó ser positiva, es decir, se presentan como zonas de atracción para la llegada de población. La X región, entre el período 1987 y 1992, presentaba una migración negativa, es decir, se presentó un alto número de migrantes que se establecían en otras ciudades y que no volvían, pero en los períodos de 1997 a 2002, la tasa de migrantes que se ubicaban en dicha región aumentó.

En la base de datos recogida a través de la encuesta se enuncian los procesos migratorios que se viven o no al interior de cada grupo familiar; no se especifica qué individuo la experimenta dado que la aproximación analítica hacia el fenómeno sociocultural de la migración destaca a la experiencia individual como una referencia del proceso estructural mayor.

Sólo ocho familias constitutivas del 26,6% del total consultado no presentan la experiencia migratoria en ninguno de los tipos enunciados. Estos casos de familias sin migrantes se presentaron en: Panguipulli, Loncoche, Fresia, San José de la Mariquina, Futrono, San Juan de la Costa y Río Negro.

En las restantes veintidos familias, en tanto, la migración se manifiesta de modo múltiple, tal como se expresa en el siguiente cuadro:

Tabla. Tipos de migración

Tipo de migración
Cifras
Zonas
Temporal
8
Panguipulli, Futrono, La Unión, San Juan de la Costa, San Pablo
Estacional

Sin retorno

Ocasional
10

14

10
Panguipulli, Lanco, Futrono, La Unión, San Juan de la Costa, San Pablo, Río Negro
Lanco, Calbuco, Futrono, La Unión, San Juan de la Costa, San Pablo, Río Negro
Panguipulli, Lanco, Futrono, La Unión, San Juan de la Costa, San Pablo, Río Negro

Como se puede observar en la tabla anterior el panorama migratorio es de alta complejidad, siendo riesgoso avanzar análisis más profundos dada la reducida información recogida con ocasión de esta investigación. No obstante, es importante destacar ciertas generalidades tales como el que todos los tipos de migración están presentes en al menos cinco de las diez zonas consultadas. La migración sin retorno resulta ser la más frecuente, situación que se corresponde a su vez con la información antes descrita en torno a los tipos de familia y a la correlación que podría existir entre la migración definitiva o sin retorno y la descomposición de la estructura familiar mapuche tradicional. Efectivamente, este abandono de los espacios de convivencia familiar más amplios y la reproducción de las familias jóvenes en centros urbanos u otros sectores en que sea posible acceder a fuentes de trabajo y/o centros educativos, podría estar fomentando la desarticulación de la familia extensa en las comunidades. En este proceso, es la zona de Futrono la que reproduce todos los tipos de migración, situación que se corresponde con la anterior que la señala como una de las zonas con mayor frecuencia de estudios medios entre sus entrevistados.

2.4. Agentes culturales

La entrevista presenta un listado de diecinueve agentes culturales y consulta a los entrevistados si identifica el ejercicio de sus cargos en cuatro contextos de tipo espacial y temporal. Cabe señalar que la complejidad de este ítem permite suponer dificultades en su aplicación y cierto grado de confusión en los entrevistados dada su extensión. Los contextos enunciados no eran excluyentes entre sí, lo cual puede haber dificultado tanto la consulta como la respuesta.

Veintiséis entrevistados, el 86,6%, identifica a estos agentes culturales en ejercicio en uno o más de los cuatro contextos enunciados. Sólo el 24,4% de los entrevistados no les reconoce existencia; ellos proceden de las zonas de Lanco, San Juan de la Costa y Río Negro, siendo esta última la zona en que el desconocimiento es más generalizado.

En el contexto del lof, los agentes más reconocidos (por más de veinte entrevistados) son, según orden descendente:

Tabla. Agentes más identificados

Entrevistados que le reconocen
Agentes más identificados en lof
26
ñimife ñimitufe
Artesano
26
rukafe
Que sabe construir ruka
25
logko

25
werken

24
gütamchefe
Componedor de huesos
23
gübamchefe
Da consejos
23
mayxufe
Trabaja con madera
22
lawentuchefe
Hacer medicina
22
ülkantufe
Músico
21
wewpife
Conocedor de la historia
21
kalfümalen
Niña que acompaña la rogativa
20
pillankushe


Medianamente identificados (por menos de veinte entrevistados) según orden descendente son:

Tabla. Agentes medianamente identificados

Entrevistados que le reconocen
Agentes medianamente identificado en lof
19
ñizol logko

19
gijatufe
Sabio en el mundo espiritual
17
puñeñelchefe
Partera
17
wizufe
Trabaja con greda
16
ngenpin o nguillatunkaman
Persona que hace la rogativa

Finalmente, los agentes culturales menos identificados o más desconocidos desde el interior del lof son:

Tabla. Agentes menos identificados

Entrevistados que le reconocen
Agentes menos identificados en lof
11
machi

11
Rüxatufe o Rüxafe
joyero

En el ámbito de la cultura mapuche todos son igualmente reconocidos, sin notarse diferencia significativa en ningún caso.

Respecto a la temporalidad de la acción de estos agentes si se presenta una diferencia notablemente correspondiente con la identificación en el lof. El ñimife y el rukafe siguen siendo los agentes más reconocidos, cuya acción habría trascendido en el tiempo y seguiría presente en la actualidad. Les seguirían el weipife, el werken y el logko. En el sentido opuesto, los agentes menos identificados en el presente serían el/la machi, el rüxafe y el ngenpin o nguillatunkaman, este último, antes medianamente identificado en el universo del lof.
Finalmente, pocos entrevistados que desconocieron la acción de algunos agentes tanto en el presente como en el pasado. Tres entrevistados desconocieron la acción en el pasado del ngenpin o nguillatunkaman, pillankushe y kalfümalen, respectivamente. Dos de estos agentes, el ngenpin y el pillankushe fueron finalmente desconocidos totalmente – manifestaron no saber nada de ellos – en cuatro y cinco casos respectivamente.

3. Relaciones en el ámbito económico – cultural

3.1. Participación y preparación del nguillatun

La información proporcionada por la entrevista respecto a este dominio socio religioso es la siguiente:
La preparación del nguillatun es una etapa importante para las familias wijice, tanto desde el punto de vista socioeconómico como desde el punto de vista cultural. Fueron repetidamente señaladas dos etapas en la preparación del nguillatun: una material y otra espiritual. Del mismo modo se hizo la distinción entre participar organizando y participar como visita, en ambos casos habría preparación material y espiritual previa. Además de describirse esta etapa anterior al ceremonial como aquella en la cual desempeñan tareas propias de la preparación de un evento socialmente importante –que implica encuentros, comensalidad y conocimiento– las personas entrevistadas destacaron el sentimiento que les inunda en esta etapa: entusiasmo, amistad y alegría, son algunos de los calificativos utilizados. Uno, dos y hasta cuatro meses antes de la ceremonia se comienza a sentir su llegada, los preparativos comienzan a ocupar gratamente el tiempo de los comuneros. La preparación de los instrumentos, la disposición de los caballos y la selección de los animales que serán sacrificados se produce con el tiempo y la participación de quienes se involucran en la celebración del nguillatun.

Los primeros en ser convocados al kamarikuwe o al nguillatuwe (a excepción de un entrevistado no hay referencia a su distinción) son los colaboradores directos del lonko, y entre ellos toman acuerdos de fechas y personas que serán convocadas. En una segunda reunión se tratan los detalles de materiales e invitados, se confirman las fechas y se organizan los trabajos. Los hombres se dedican a tareas tales como la construcción de las ramadas y la recolección de la leña necesaria para el momento, y las mujeres a la preparación de las bebidas y comidas que serán compartidas y consumidas en la ocasión.

El comportamiento individual y familiar es una esfera de cuidado durante esta etapa, la preparación para el nguillatun implica disponer de una actitud positiva, acorde con el ánimo de compartir que inunda esta etapa. Esta situación se ve fortalecida al interior de cada familia en que los lazos entre padres e hijos siguen canalizando los valores de crianza mapuche. Las mujeres preparan a sus hijos con consejos respecto de cómo comportarse, al mismo tiempo que preparan o adquieren sus vestimentas, los utensilios para cocinar y comer y organizan la distribución de los recursos que la familia destina para la ceremonia. En la comunidad de Pichilafkenmapu, San Juan de la Costa, se recuerda la organización del nguillatun según el calendario agrícola de siembras y cosechas: “lo hacían en mayo, para las siembras, y en diciembre – enero para las cosechas” (J.P., Pichilafkenmapu). El nguillatun es para los wijice una ceremonia de agradecimiento y de ofrenda, a la cual le asignan sentido vital en términos religiosos y espirituales... “Participar en él forma parte del destino de las personas, que poseen la fuerza del ngen mapu o ngen lelfün” (Pidenco).

Otro factor destacado por los entrevistados es la presencia y acción de la autoridad del lonko, quien es caracterizado como la figura que propone, organiza y decide la forma en que se harán los preparativos. La autoridad del nguillatufe y el ngenpin es mencionada como una instancia de respeto fundamental en lo que a la organización del nguillatun se refiere. La opción de participar en el ceremonial ha sido desde el pasado una opción que exige una actitud de adhesión plena tanto a las estructuras político religiosas como a las normas de comportamiento individual y social mapuche. Participar de la preparación de la ceremonia constituye así mismo un acto de pertenencia vital. Al preparar la ceremonia ya se estaría en contacto con chaw ngenechen quien observaría estos comportamientos y luego respondería coherentemente bien o mal a las personas, sus familias y sus pertenencias.

El funcionamiento de la organización mapuche es fundamental en la organización del nguillatun. Los entrevistados coinciden en señalar que si este aspecto funciona la ceremonia será ordenada y cumplirá sus objetivos. En la zona de San Juan de la Costa Norte, el lonko menciona que con ocasión del nguillatun debe solicitar el permiso correspondiente con varios meses de antelación. En la distribución de las responsabilidades se destacan quienes estarán encargados del orden, de la recepción de las visitas y de la invitación personalizada del machi4. Luego, el trabajo práctico involucra a todos los integrantes de la familia. Cabe destacar que en esta zona el nguillatun es una actividad reincorporada sólo hace tres años. Sobre la pérdida del palin y el xawun argumentan que tal distancia se habría debido a la ausencia de agentes religiosos y ancianos que impulsasen su práctica, además de la extendida presencia de misioneros en la zona.

Centros ceremoniales sector San Juan de la Costa.
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Testimonios personales señalaron que el valor del ceremonial es relacionar a las personas con sus antepasados, la participación se ve así animada por la búsqueda de fuerza y de sabiduría. La memoria de los entrevistados describe que la actitud de sus antepasados habría tenido esta misma orientación de entusiasmo y dedicación hacia el ceremonial. La transmisión de este sentido emotivo de la práctica ritual cobra sentido con la condición que algunos mapuche entrevistados pusieron para la continuidad cultural: “nunca debe dejar el mapuche de hacer la rogativa a su manera” (J. C, Kojalwe mapu). Desde el pasado también se arrastra el sentimiento de descanso tras la realización de la ceremonia, luego de haberla vivido sus protagonistas sentían y proyectaban el alivio de haberse acercado adecuadamente a las dimensiones espirituales del mundo que habitan. Este tipo de señales que corroboran la importancia existencial del ceremonial está marcadamente presente en los testimonios de la zona de Panguipulli (Malchehue), en donde a pesar de la ya extendida presencia evangélica, el ceremonial permanece organizado según valores y prácticas históricas. En este mismo sector, señalaron que el kamarikun tendría más
in
bría seguido antiguamente la misma orientación. U: “era obligatorio usar la vestimenta completa, desde los niños hasta
sa





Tabla.










Zona
la
Zona

ipull
nguillchehue

nguillatuwe ncumucun
Pangu
Ma
La Unión
Cu
Panguip
/


Panguip
Cayumapu bajo lto
La Unión
Cuncu mukun
Panguip
Koz Koz A
S J de la C S
Punotro aicolpi - P
Loncoche
Collico bajo
S J de la C
M
Fresia anco
/ uechun - Malalhue
S J de la C
/ notro
L
H
S J de la C
Pu
Lanco
Hu
S J de la C
Pu
Lanco M
Huechun
S J de la C
Pu
S J de la
kojawemu ) - puri
San Pablo
/
S J de la M
koyawe (mu
San Pablo an Pablo
Pu/
Calbuco
/
SR
/

Lago Ranco Rupumeika Río Negro / La Unión / Veinte entrevistados identifican un nguillatuwe en territorios próximos a sus lof o comunidades. Los diez entrevistados restantes no señalaron el nombre de ningún nguillatuwe, lo que no necesariamente coincide con la no participación. En el caso de entrevistados de San Pablo y San Juan de la Costa que manifestaron no participar ni preparar el nguillatun de igual modo ambos identificaron el nguillatuwe de Punotro. Esta situación estaría señalando el desplazamiento de las prácticas y del pensamiento religioso mapuche h
v3_t3_chaurakawin15.jpg
Gráfico de distribución de población total del territorio según adscripción religiosa, según Censo de Población 2002, Territorio Wijice.

3.2. Ceremonias

Entre las ceremonias mayormente sostenidas en el tiempo destacan el nguillatun (60%), el we xipantu (63,3%) y el palin (53,3%) , y entre las perdidas el mingako (50%) y el xawun (43,3%). La zona en que mayormente se mantiene la práctica de estas ceremonias sería Lanco, mientras que la que nuevamente manifiesta mayor abandono es la zona de Río Negro.

La entrevista destaca en el ámbito ceremonial la consulta respecto a las familias que en cada territorio participarían preparando u/o como invitados al nguillatun.

Tabla. Troncos familiares participantes e invitados al nguillatun

Lof
Troncos participantes
Lof invitados
Malchehue - Quitrico
Millapan - Hueque – Quilaqueo – Catriquir
Kare kuy kuy - Kalafquen - Puyehue
Quitrico
Manquel-Lonkoñanko-Millapan-Hueque-Catriquir
kulxunkawe-puyewe-alwakari
Pidenko Cayumapu
Catripan
Ragintuleufu
Coz Coz
Tripayante
/
Rancahue
Nitrihuala – Ilimante
Malalhue- Lilcoco-Collimallin-Coihue
Peñasmó
/
/
Quilche
Compayante – Tripayante - Millanao
Malalhue alto - Lilcoco
Quilche
Compayante – Tripayante - Millanao
Malalhue alto - Lilcoco
Quilche
Compayante - MIllalef - Millanao
Lilcoco - Malalhue - Antilhue
Maikillawe
Caniulaf - Walmelafquen
Chan chan - Maikijawe
Maikillawe - Mewin alto
Matías - Caniulaf - Walmelafquen
Chan chan - Maikijawe



/
/
/
Kalkurupe
Antillanca - Tripaiyan
/
Wekekura
Pitripan - Calfulef - Manque
/
Rupumeika
Raiwanke - Weke - Piukepan - Quinillao
/
/
Ancapi - Loncochino
/
/
Naipallantü - Huenulef - Huenchucona
/






/
Naipallan
Lilcoco-Antilhue- pilpilcahuin
/
Naguil Hualaman - Huenumil
/
/
Caucao - Naguil - Lefiñanco - Paillamanque
Quillipuyi - Osorno
/
/
/
/
Aucapan - Llanquileo - Piniao - Pinol
Punotro - Pichilafkenmapu - Trafunko
/
Maichin - Aucapan
Panguimapu - Purrahue - Trofun
/
Camiao - Pañil - Maichin - Llanquileo
Putrentren - Pulurruca- Panguimapu
/
/
/
/
No hay nguillatun
/
/
No hay nguillatun
/
La Catrihuala
Cheuquian - Quintul
/
La Catrihuala
/
/
/
/
No hay nguillatun

Como puede constatarse en la tabla las zonas en que más vitalidad conserva el nguillatun son Panguipulli, Lanco, San José de la Mariquina y Futrono. Las relaciones intra y extra lof se ponen de manifiesto a partir de la experiencia familiar de los entrevistados, quienes en sus respuestas señalan a las familias reconocidas y con las cuales afirman mantener relaciones sociales que se ven fortalecidas con la participación en el ceremonial. En la única zona en la que no se reconoce nguillatuwe, Río Negro, también los entrevistados desconocen relaciones ceremoniales con otras familias, ratificando la información en torno a la descomposición socio religiosa en tal territorio. Finalmente, es el nguillatuwe de Punotro el más identificado al ser señalado por cinco de los treinta entrevistados como el principal nguillatuwe de referencia.

Por otro lado, las causas atribuidas al abandono de este tipo de ceremonias son la intervención de las iglesias evangélicas y católicas, para el caso del nguillatun o kamarikun, y la presencia del fútbol como sucesor del palin. El abandono de la celebración del we xipantu se desprende de las mismas causas derivadas de la intervención religiosa y la sobre posición de la celebración de san Juan, además de la asimilación del denominado año nuevo wingka y de su correspondiente celebración.

El abandono progresivo de la práctica del mingako en tanto, es atribuido a múltiples causas entre las cuales destacan los cambios productivos y las alteraciones del calendario agrícola. Esta última situación habría igualmente inhibido la realización de nguillatun y otras ceremonias propias de estas actividades ahora destinadas a la producción comercial. Los cambios en la economía wijice habrían alterado directamente el sistema de relaciones sociales que organizaba la producción familiar.

Se dio el caso de entrevistados evangélicos que respondieron moderadamente a las preguntas del ámbito cultural, transmitiendo incomodidad ante el tema a través de sus respuestas. Se remitieron a comentar muy ligeramente lo que fueron las prácticas de sus antepasados, desconociéndolas como legítimas aun cuando demostraron indirectamente conocer su contenido.

Entre las principales causas que los entrevistados mencionaron para justificar el abandono de estas ceremonias encontramos: causas históricas – hechos sucedidos -, y causas valóricas – sentimientos e interpretaciones personales respecto al porqué las actividades sociales y religiosas propias de la cultura fueron quedando en el pasado. Entre las primeras destacan la superposición del calendario occidental, la muerte de los líderes políticos y espirituales que conducían y organizaban las ceremonias, y el surgimiento de nuevas actividades que hoy estarían reemplazando a las anteriores (el fútbol es reconocido reemplazante del palin). Entre las razones que involucran valores aparece la falta de solidaridad y confianza entre la gente, la irresponsabilidad y la desunión, y la incorporación del dinero como mecanismo ahora mediatizante de cualquier acción.

Quienes manifiestan no haber participado nunca en alguna ceremonia religiosa como el nguillatun o kamarikun, pero reconocen haber recibido descripciones respecto de cómo se realizaban, resaltan la dimensión valórica sentida y destacada por sus participantes. Comuneros de las zonas de San Juan de la Costa Sur, reconocen que estas actividades les pertenecen culturalmente y las asocian directamente con la bonanza en las cosechas, las buenas condiciones climáticas, la disponibilidad de recursos y otras acciones que serían respuestas favorables a su realización.

En el sector de San Pablo, esta situación de abandono se muestra severamente acrecentada. Los últimos nguillatun se remontan a 60 años atrás, sin quedar a la fecha ningún indicio de lo que fue. La población entrevistada manifiesta desconocer el universo de ideas y prácticas concernientes al nguillatun, we xipantu, mingako y xawun, siendo el palin la única práctica mapuche aun presente en la zona. El mingako perdió sentido por causas que los comuneros atribuyen a la intensiva acción del Estado y la incorporación de la maquinaria en el trabajo agrícola. El paliwe de Quilacahuin es el único referente de actividad cultural presente en la zona, reconocida como tal y conservada a través de su práctica frecuente.

Similar es la situación de la comunidad La Catrihuala, en la zona de Río Negro, limítrofe con el Fundo Cordillera Inostroza. Entrevistados comentaron lo siguiente respecto al nguillatun: “en la comunidad nunca se ha hecho... no lo conocemos”. Del mismo modo respondieron ante las otras actividades licitadas a excepción del xawun, al cual le asignan la función de ordenarlos para la defensa de la tierra, un problema que catalogan como histórico. Los entrevistados insistieron en que hoy en día su principal actividad es la forestal, absorbiendo la mano de obra de la comunidad y restringiendo su vinculación con el mundo wijice. En esta comunidad los agentes culturales son desconocidos o bien situados en el pasado, y en el marco de una cultura mapuche lejana a su estilo de vida actual, en la que impera la migración por largos periodos de tiempo y la ocupación como obrero de la empresa forestal. Un entrevistado originario del lugar, recordó que el último nguillatun se habría realizado en la zona hace aproximadamente 60 años, y habría sido dirigido por P. Piniao, procedente de San Juan de la Costa. El último longko de La Catrihuala habría sido M. Antilef Purralef, quien fue descrito como un hombre muy rico que terminó su vida siendo muy pobre, tras haber perdido sus tierras trigueras hoy en manos de particulares.

Esta misma situación se reitera en la zona San Juan de la Costa Sur. Los comuneros wijice del sector expresan que la única actividad que se mantiene vigente es el we xipantu. Esto último, dado el impulso que han venido dando organismos estatales a la celebración de actividades propias de la cultura, las que han apoyado económica y materialmente. La pérdida de las actividades propias de la cultura es atribuida a la desintegración entre las personas y familias al interior de las comunidades, por causas principalmente externas. Del mismo modo, se habrían producido en este sector importantes logros desde la intervención pública y privada de organismos que han reestructurado la vida social y el corpus ideológico de sus habitantes, y la sobre posición de prácticas como el fútbol sobre el palin. No obstante esta situación, en este sector se identifican lugares sagrados como winkul y kamarikuwe, demostrando con ello que el hito de abandono se sucedió en lo últimos años, y que el conocimiento de los espacios naturales mapuche permanece en el ideario local.

Otro aspecto a destacar en relación a los lugares sagrados es la donación de tierras que algunos comuneros habrían hecho a misiones católicas en San Juan de la Costa donde habría un cementerio y un kamarikuwe.

Una situación intermedia estaría siendo experimentada por comuneros de la zona de San Juan de Costa en que tras haberse recuperado el nguillatun en Maicolpi, valoraron la oportunidad de participar desde el punto de vista personal y social. Esta instancia sería representativa de una intencionalidad latente y manifiesta entre los entrevistados no evangelizados por mantener la religión mapuche wijice. Entre estas personas se sigue percibiendo la transmisión del sentido emocional y existencial que los antepasados daban al ceremonial, expresando la necesidad sentida de recuperarlo y mantenerlo a través del tiempo en el territorio wijice. Esta recuperación ceremonial constituye un aliciente para aquellos comuneros que resienten la pérdida de instancias tales como el xawun y el mingako, las que según sus interpretaciones se habrían debido a la extensión de valores incompatibles con la reproducción de estas actividades: la producción individual y las responsabilidades laborales fuera de la comunidad impide que se sigan realizando mingako, y los deportes difundidos desde la escuela se impusieron a la práctica del palin por parte de los niños y jóvenes.

Es importante aclarar que la mención que los entrevistados hacen respecto a la celebración del we xipantu se debe en su totalidad a la promoción antes mencionada, por parte de organismos estatales. En las zonas en que esta celebración se mantenía cabe destacar que esta ya se había transformado en la fiesta de San Juan. No existen datos respecto a la mantención ininterrumpida de la celebración del we xipantu según su sentido cosmológico original.

3.3. Lugares sagrados

Siete son los lugares sagrados distinguidos por la entrevista y expuestos para identificar su permanencia, desaparición o inexistencia. La siguiente tabla, señala el número de entrevistados y los lugares sagrados identificados por ellos:

Tabla. Identificación de lugares sagrados

Nº de entrev.
Lug. sagrados
Nº de entrev.
Lug. sagrados
16
wigkul
10
xen xen
15
cementerio
11
Paliwe
15
Kamarikuwe
7
Konatüfü
10
xen xen
7
Renü

El lugar más identificado es el wigkul. Las zonas en que este lugar aparece absolutamente desconocido son Panguipulli y San Pablo.

El lugar menos identificado es el renü. Se le desconoce en las zonas de Panguipulli, Futrono, La Unión, San Juan de la Costa y San Pablo.

La siguiente tabla, describe la situación de los lugares sagrados en cada zona:

Tabla. Lugares sagrados reconocidos y no reconocidos según zona

Zona
Lugares sagrados reconocidos
Lugares sagrados no reconocidos
Panguipulli
Cementerio
Kamarikuwe
Konatüfü
Renü
Xen xen
Wigkul
paliwe
Loncoche
Cementerio
Kamarikuwe
Xen xen
Wingkul
Paliwe
Konatüfü
Renü
Fresia

Xen xen
Wigkul
Cementerio
Paliwe
Kamarikuwe
Konatüfü
Renü
Lanco
Xen xen
Wigkul
Cementerio
Paliwe
Kamarikuwe
Konatüfü
Renü

San José de la Mariquina
Xen xen
Wigkul
Cementerio
Paliwe
Kamarikuwe
Konatüfü
Renü

Futrono
Xen xen
Wigkul
Cementerio
Paliwe
Kamarikuwe
Konatüfü
Renü

La Unión
Xen xen
Wigkul
Cementerio
Paliwe
Kamarikuwe
Konatüfü
Renü
San Juan de la Costa
Xen xen
Wigkul
Paliwe
Kamarikuwe
Konatüfü
Cementerio
Renü
San Pablo
Xen xen
Paliwe
Wigkul
Cementerio
Kamarikuwe
Konatüfü
Renü
Río Negro
Wigkul
Cementerio
Paliwe
Kamarikuwe
Xen xen
Konatüfü
Renü

La tabla anterior muestra muy gráficamente las zonas con mayor desaparición o inexistencia de determinados lugares, así como también otras en que la conservación y la existencia se han manifestado pudiendo convertirse en un importante indicador de permanencia cultural y religiosa.

Como antes se señalaba, en las comunidades Malalhue y Antilhue, de la zona de Lanco, se manifiesta la permanencia de todas las actividades culturales religiosas, deportivas y sociales. En dicho lugar, se habrían conservado hasta la fecha lugares sagrados tanto desde el punto de vista eco sistémico como desde el punto de vista sociocultural, conservándose los conceptos relativos a cada espacio y las valoraciones correspondientes.

En otras comunidades de la zona de La Unión en tanto, se conservan los espacios sagrados sólo en la memoria de los entrevistados, identificándose a los actuales dueños como propietarios particulares o empresas forestales que hoy explotan el territorio (La Forestal Pedro de Valdivia ocuparía territorio reconocido como paliwe por la comunidad Pilpilcahuin en La Unión, y la Forestal Tornagaleones tendría territorio de konatufü, de la comunidad Loma de la Piedra en San Juan de la Costa) . Paralelo a estos procesos se viene dando en estos sectores la migración sin retorno de jóvenes en busca de oportunidades laborales, situación que se plasma igualmente en la pérdida de actividades como el palín y el mingako.