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I. Presentación

La presente investigación relativa a “Fundamentos y Manifestaciones del Derecho Mapuche en las Identidades Territoriales Pewenche, Bafkehche y Wenteche” aborda el derecho propio mapuche “Mapu küpal azkünun zugu” desde una visión émica y práctica, que pretende aportar conceptos básicos acerca de éste derecho, dado que todavía se práctica al interior de algunos lof (comunidades), a pesar del peso de más de un siglo de la estructura estatal.

En esta primera aproximación al tema, se pretende por una parte, conocer y comprender el conjunto de normas, principios, valores, procedimientos, e instrumentos contenidos en él, en tanto modelo teórico de justicia y normatividad mapuche, y por el otro, la aplicación y articulación de este conocimiento por las autoridades mapuche tanto en lo cotidiano, como en la resolución de conflictos al interior del lof, espacio sociopolítico jurisdiccional en que se desarrolla la cultura mapuche actualmente.

Para el desarrollo de la investigación se utilizó el paradigma cualitativo, el cual posibilitó la utilización de la metodología etnográfica intersubjetiva que nos permitió vincularnos en terreno con los actores consultados (ñizol logko, logko, machi, gempin, kimün che, püñeñelchefe, werken, etcétera), respecto de su percepción, conocimiento, autorreflexión, interpretaciones reelaboradas por estos actores en interacción con los demás, a objeto de reconstruir el conocimiento mapuche en el ámbito del derecho propio y de sus espacios jurisdiccionales.

De esta manera, en el primer apartado titulado: PU FÜTA EL MAPU EN EL WAJONTU MAPU (Los Grandes Espacios Territoriales Mapuche), se establece precisamente que la conformación de los füta el mapu (las identidades mapuche) es parte de su cultura desde tempos inmemoriales, productos de varias variables que hace que los mapuche en tanto pueblo - nación tenga especificidades y particularidades en su interior, siendo una de sus manifestaciones el ejercicio del derecho propio, el cual se manifiesta en estos ámbitos de jurisdicción (füta el mapu).

En el segundo apartado titulado: CHUM AZKULEN TA IN MAPUCHE MOGEN (Filosofía del ser Mapuche), se presenta el estudio del derecho propio mapuche en un doble contexto: primero, en el ámbito del az mapu que se refiere al contenido normativo y a los principios fundacionales de éste derecho reglamentado por un ser superior (günechen, el chen), esto es, el ordenamiento establecido por la divinidad; y segundo, el mapu küpal azkunun zugu o ámbito del ejercicio del derecho propio en el territorio y que contiene las distintas formas de cómo se aplican estos principios y sus manifestaciones concretas (dinamismo) en los füta el mapu y en un contexto mayor, en el wajontu mapu. (territorio). Por ende, ambos conceptos son complementarios dentro del derecho propio mapuche.

Los conocimientos experiencias recopiladas en cada uno de los füta el mapu fueron sistematizadas y formalizadas teóricamente con la participación en talleres, coloquios, reuniones, de los mismos actores (en mapunzungun y castellano) permitiendo validar el estudio, respecto de los principios sobre los que se estructura este derecho, las normas que contiene, los órganos encargados de aplicarlas, las formas a través de las que se aplican, los resultados de las mismas en casos reales y concretos, adentrándose en los significados que tiene la justicia propia, principalmente a partir del conocimiento manejado por estos actores de las normas contenidas en el az mapu; es decir, las particularidades del mapu (características de las distintas dimensiones espaciales), como modelo teórico de justicia y normatividad mapuche.
Esta perspectiva émica del trabajo, permitirán explicar los fundamentos base del Az Mapu y cómo complemento de éste, del Mapu küpal azkünun zugu” (ejercicio del derecho propio mapuche) y sus distintas manifestaciones, el cual tiene una lógica y una concepción distinta del mundo. Por esta razón, para entrar a explicar y comprender el derecho propio mapuche, es necesario incorporar la concepción de los espacios del universo mapuche, su regulación tanto por “El (creador)” y “Günen (regulador)” en tanto mapu como factor esencial que posibilita la vida, la naturaleza y el hombre (che); es decir, el az mapu que expresa las normas de conductas tanto individual y colectiva establecidas por la divinidad, que debe observar el mapuche para mantener la armonía cósmica. Estas normas deben ser asumidas por el hombre (che), en su relación primero con el mapu (Waj mapu y Wajontu mapu), y luego con las personas entre sí, de manera de atender a la filosofía de vida (mogen) de nuestra cultura, ya que el derecho como producto de ésta, se encuentra estrechamente conectado y relacionado con la educación, con la religión, con la economía, con estructura política, etcétera, lo que se traduce en una cultura espiritual, en que todas las manifestaciones de ésta, están entrelazadas e incorporadas en la conciencia individual y colectiva del mapuche, en tanto pueblo-nación.

Una vez clarificado el punto anterior, se debe señalar que el ejercicio del Derecho Propio Mapuche es un tipo de kimün (conocimiento) especial, complejo y debidamente regulado al interior del territorio mapuche, a pesar de la actitud permanentemente asimilacionista e integracionista del estado chileno, desde su formación hasta hoy día; sin embargo su estructura, aspectos jurídicos, principios, valores y ámbitos de jurisdicción han perdurado en el tiempo y son norma de aplicación en muchos lof (comunidades mapuche) actualmente. Por tanto la intención del estudio es efectuar su registro actualizado que permita fomentar su conocimiento por parte de la sociedad toda, y en este contexto hacer un aporte para el reconocimiento a la diversidad cultural.

El mapuche kimün a través del mapuzugun, contiene los conceptos necesarios para referirse al objetivo de esta investigación, sin embargo encontramos algunos problemas en su traducción al castellano, ya que un concepto mapuche engloba distintas acepciones que no tiene(n) necesariamente un (una o más) equivalente(s) en la lengua española, amén del contexto y de todas las interpretaciones posibles para una determinada situación.

El che llega a comportarse de acuerdo al Derecho Propio Mapuche, mediante un ciclo que se da en el waj mapu (universo mapuche), espacio dominado por los newen, quienes son los que establecieron los principios y valores sobre los cuales se estructura el derecho propio, y que permite ordenar al wajontu mapu (territorio), que es donde se encuentran y desarrollan las personas en sociedad. Esto implica que cada che a través de su propio: newen (fuerza), püjü (espíritu) y geh (dueño de la persona) debe velar por sus propias acciones que pueden afectar el equilibrio cósmico, ya que no es el centro del waj mapu (universo), sino más bien un componente más –en igualdad de condiciones con los demás elementos y seres de la naturaleza- de la red de seres vivos que conforman este cosmos. Ahora el dilema a resolver es: ¿Cómo se relaciona el che con los newen?. La respuesta es que existen interlocutores ancestrales – fücha, kushe, weche, üjcha (newen)-, que se encuentran en todos los lugares y espacios, permitiéndole al che, relacionarse con estas fuerzas, para mantener la armonía y equilibrio con todos los seres (tangibles e intangibles) dentro del wajontu mapu (territorio).

Es por tanto, en el territorio donde el che reconoce las leyes de la naturaleza establecidas por “El (creador)” y “Günen (regulador)”, para a partir de ellas, recoger, internalizar y crear nuevas normas, pautas, y principios de acuerdo a sus patrones y valores culturales. De esta forma, entre los fundamentos actuales del Derecho Propio Mapuche están los principios y valores fundacionales del waj mapu que permitan a cada che su regulación y respeto por el mapu küpal azkünun zugu (ejercicio del derecho propio mapuche), siendo estos: ekun (incluye respeto, obediencia y admiración), yamün (respeto en todo ámbito), wiñoltuwün zugu (reciprocidad), che xokiwün (igualdad), kejuwün (colaboración y ayuda mutua), inkawün (defensa de los derechos individuales y colectivos), yofüwün (respeto y atención), Üjwentun (cuidar y proteger al otro), entre otros.

Estos principios requieren de medios por los cuales el che pueda adquirirlos y practicarlos, de tal suerte que se llega a desarrollar este conocimiento en un doble plano: el colectivo mediante el mügeltuwün (respeto a los newen), feyentuwün (obediencia), gübamtuwün (aconsejar a un che), yofüwün (respeto y atención); y en el individual a través de ihazuamüwün (controlar sus acciones), pewman (soñar), witan (presentimiento), y otras que responden al az específico del che, como es el caso de la machi, logko, gehpin, entre otros a través de küymin (transe de la machi mediante el cual recibe mensajes), pelotun (verse mediante sueños), perimontun (visiones), entre otros medios.

Los procedimientos son establecidos y traspasados a través de generaciones vía oral van en una doble vertiente: Los procedimientos para desarrollar el kimün, dentro de los cuales se encuentran el palin (actividad recreativa), güxamkawün (conversación entre che), koyagtün (son formas en que el che puede llegar a acuerdo), wewpin (acción del che como wewpife), apew (entrega de consejos mediante relatos); y los procedimientos tendientes a restablecer el equilibrio y la armonía. Aquí, se señalan los siguientes: wixatuwün (invitar al afectado para solucionar el conflicto), güfewün (diálogos y acuerdos), malon (venganza colectiva), ruka kontün ( enfrentar situaciones de tensión en la casa del afectado), etc.

Las personas encargadas de ejecutar los procedimientos dependen del tipo de infracción cometida y del contexto en que se realizaron; así pueden ser llevadas a cabo por: logko, fütakeche (personas ancianas de gran conocimiento), ragiñelwe, entre otras.

Todo lo anteriormente expuesto –principios y medios para adquirir el conocimiento, procedimientos, instrumentos- es parte del mapuche kimün para, primero sujetarse y respetar las normas del az mapu; y segundo, una vez infringida la norma o producido el conflicto, se conoce el procedimiento para solucionarlo, de tal manera de accionar correctamente (nor felen) y respetarse a sí mismo y a los demás, es decir, para estar y permanecer bien (küme felen), todo lo cual en última instancia es parte del ser y deber ser mapuche.


II. Pu Füta el Mapu Wajontu Mapu Mew (los grandes espacios territoriales mapuche)[17]

1. Introducción

El estudio e investigación de las identidades territoriales mapuche es un tema complejo y de difícil definición, porque dice relación con el ámbito de jurisdicción del Derecho Propio Mapuche, objetivo esencial de la investigación en las Identidades Territoriales Bafkehche, Wenteche y Pewenche, que posibilitó todo un cuestionamiento del equipo de investigación respecto de:

la utilización actual de la expresión identidades territoriales como categoría conceptual presente en el discurso mapuche, la búsqueda de un concepto mapuche que diera cuenta de la existencia de un espacio territorial mayor al ayjarewe en la organización socio-política mapuche, y el posicionamiento de este espacio como el ámbito máximo de jurisdicción territorial en sus diversos aspecto, siendo relevante para el estudio lo concerniente al Derecho Propio Mapuche.

Respecto del último punto planteado, la jurisdicción comprende diversas atribuciones o facultades; entre otras, el ejercicio de la autonomía en un espacio territorial claramente definido que va desde el río Limarí por el norte, hasta la isla de Chiloé por el sur, sin considerar los territorios que se encuentran al otro lado de la Cordillera de los Andes. Este territorio en el período colonial quedo limitado a la frontera del Bío-Bío y que una vez instaurada la República de Chile sufrió la pérdida de la jurisdicción y con ello la aplicación de su derecho, de tal forma que hoy en día su vigencia se circunscribe a los espacios categorizado desde la visión propia mapuche como lof, rewe y ayjarewe. En suma, la jurisdicción implica necesariamente el ámbito de vigencia del derecho, en tanto ejercicio de la autonomía.
De esta manera para iniciar el estudio de las identidades territoriales es importante consignar los argumentos presentados por algunos cientistas sociales que han realizado investigaciones y publicaciones en esta materia:

“... las identidades son de naturaleza dinámica en donde no se debe extrañar que un pueblo pueda seguirse llamando con el mismo nombre que sus antepasados y que, sin embargo, se halle sometido a fuertes cambios culturales o a la incorporación de elementos de otras culturas. Cada cultura tiene una forma propia de distinguir sus miembros de los que no lo son. Estas formas no son fijas, porque las normas mismas son parte de la cultura y, las culturas, no son fijas... Esto sirve para mostrar que: a) en una perspectiva histórica, la identidad es uno de los aspectos más flexibles y a la vez más rígidos de una cultura; y b) los umbrales que permiten distinguir la identidad no pueden ser fijados a priori ni tampoco de forma absoluta, de modo que aquello que se considera parte de una identidad puede ser considerado ajeno a ella muy poco después. (Neira, H. 2001:1)”.

Es así como desde el ámbito de las ciencias sociales se han dado diferentes acepciones en el transcurso del tiempo en entorno al desarrollo del concepto identidades territoriales, las cuales se exponen a continuación.

El antecedente más antiguo encontrado, corresponde al padre Ramón Redrado quién señala lo siguiente: “Los Yndios de Chile subdividen sus jurisdicción en cuatro Huythanmapu, o provincias, y esta es entre ellos la mas famosa división, porque aunque es verdad que para armarse contra el español con facilidad se hermanan como si fueran Paysanos, pero entre si, miran como extranjero al que es de otro Huythanmapu, y las malocas o guerras que dan a lanzas para defender a los de un Huythanmapu, aunque los invadidos esten muy distantes, porque todos los de un Huythanmapu se consideran como Paisanos. (citado por Boccara, G. 1997: 12)”. Del relato queda claro, que Redrado confunde los Füta el mapu con los cuatro punto cardinales que conforman el Meli Wixan Mapu (reunión de las cuatro tierras), que por una parte se refiere a la orientación espacial del che en el wajontu mapu, y por la otra, es la forma organizacional que se adopta para todo tipo de ceremonias, pero donde más claramente se aprecia es en los koyaqtun (grandes acuerdos), donde cada füta el mapu se ubica de acuerdo a su procedencia geográfica.

Otro autor ubica cronológicamente el surgimiento de las identidades territoriales, en la época colonial argumentando lo siguiente: “...A un nivel superior, tenemos los fütalmapu, o tierra grande, formado a partir de la reagrupación de varios ayjarewe y que dividía al territorio de la Araucanía en tres grandes franjas longitudinales. Existen muchas dudas en cuanto a la existencia del fütalmapu como distrito geopolítico en tiempos prehispánicos, puestos que estas tierras grandes aparecen mencionadas por primera vez a principios del siglo XVII, es decir, más de 60 años después del inicio de la conquista. Lo que si es seguro es que el fütalmapu no tenía un carácter permanente y que la alianza de diferentes ayjarewe ocurría únicamente en tiempos de guerra”. Posteriormente, señala que “es en el último tercio del siglo XVIII en donde producto de la cristalización de la dinámica política interna y concentración de las estructuras sociopolíticas mapuche producto de la guerra y transculturación de los reche desembocó en la formación y emergencia de nuevas identidades territoriales permanentes siendo el cuarto fütalmapu, el de la cordillera, es decir los pehuenches mapuchizados... (Boccara, G. 1997: 4-5)”.

Por su parte, Raúl Molina emplea el concepto de etnoterritorios como un símil al de identidades territoriales, señalando: “... que constituyen una categoría que da cuenta de los espacios habitados por pueblos indígenas o una parte de éstos, que poseen por características, encontrarse delimitados por hitos geográficos reconocidos socialmente por una o más agrupaciones de una misma etnia o de otra distinta. Estos territorios son valorizados por los indígenas, al asignarle un contenido político, social, cultural y religioso... (Molina; R. 1995). Finalmente, agrega que debido al carácter dinámico de dichos territorios, sus límites no son fijos, dado que las identidades indígenas que la componen son cambiantes y éste es un elemento esencial para entender y reconocer el resurgimiento actual de identidades o territorios considerados como desaparecidos por más de un siglo.

Le Bonniee, entiende que dicho concepto se relaciona con “...una realidad histórica vinculada a la existencia, la permanencia, y la reconfiguración de unidades socio-políticas autónomas estructuradas en redes de relaciones económicas, religiosas o militares (lof, rewe, ayllarewe, butalmapu), cuya funcionalidad era claramente perceptible antes de la invasión del territorio mapuche por el ejército chileno”. Este mismo autor cita a G. Zúñiga quien califica las demandas territoriales actuales como “...una producción discursiva indígena y que la noción de territorio indígena es reciente, relacionándola en el contexto de internacionalización de las reivindicaciones indígenas...”, ignorando este investigador los rasgos históricos de la territorialidad indígena... (Le Bonnie, F. 2000)”.

Estos y otros cientistas sociales confirman la existencia de los Füta el mapu durante el siglo XVII y la utilización del término identidades territoriales para designarlos (Boccara, 1997); sin embargo, esto no quiere decir que anteriormente no hayan existido por no haber registro histórico al respecto, puesto que este concepto no era rutinario en la sociedad mapuche, sino que formaba y forma parte de la existencia del mapuche sólo en el contexto de situaciones de importancia macroterritorial siendo una de estas la guerra. Esta forma de organización fue tomada posteriormente por los españoles con finalidades políticas, administrativas y económicas para tratar de influenciar a la sociedad mapuche de esa época, principalmente en los parlamentos, que los mapuche circunscribieron a sus forma propias a través del koyaqtun.

Los fundamentos de la identidades están en los valores culturales que comparten los miembros que configuran un pueblo y en este caso el pueblo mapuche, los cuales tienen razones históricas, sociales, familiares, espirituales y de formas de vida. La identidad obedece a múltiples factores que la van moldeando e instalando en el inconsciente colectivo e individual de los miembros del pueblo mapuche, orientando su conducta, ya sea como individuo o como miembro de ese pueblo que lo lleva a compartir concepciones de vida, imágenes y evaluaciones de sí mismo y del otro (sociedad chilena) a través de distintas épocas y periodos de la historia. La identidad se manifiesta en múltiples dimensiones; a saber, la histórica, lingüística, étnica, religiosa, política, etcétera; es decir, en una palabra “cultura”.

El presente trabajo toma el tema de la identidad para desarrollarlo en la dimensión territorial, porque este tema –territorialidad- uno de los soportes culturales del pueblo-nación mapuche. No se pretende dar una visión finalizada y acabada del tema, sino simplemente realizar un aporte a la comprensión y difusión desde el mapuche kimün (conocimiento mapuche), respecto de la estructura territorial de la organización sociopolítica que conforman el pueblo nación mapuche, que si bien comprende una sola cultura homogénea en un territorio tan amplio, - que incluye parte del espacio geopolítico de los Estados de Chile y Argentina - se manifiestan en su interior, particularidades o especificidades que son producto de una multiplicidad de variables que se desarrollan más adelante en esta investigación.

Desde el ámbito del movimiento político mapuche, el término de identidades territoriales efectivamente se ha utilizado asociados a reivindicaciones de tierras, territorios, derechos y proyectos de desarrollo, desde la reconceptualización y afirmación de la cultura y organización sociopolítica propia, en cuanto a los ámbitos de jurisdicción del territorio, como lo da a entender la propuesta elaborada por cuatro identidades territoriales en la siguiente cita:

“... Paso a paso hemos ido reconstruyendo nuestro Mundo Mapuche y la punta de lanza de esta reconstrucción son nuestras identidades territoriales. Estas aparecen como una forma desde donde se hace posible volver a controlar nuestros espacios, recuperar nuestros derechos y construir propuestas representativas de nuestra particularidad como pueblo y de las diversidades dentro de nuestra cultura.... A través de nuestras identidades lograremos dar sentido de pertenencia, de identidad y de propiedad a las generaciones mas jóvenes... En las Identidades Territoriales encontramos un referente fundamental para mantener y recuperar nuestras prácticas religiosas, fomentar nuestras economías locales, en base a las potencialidades y limitaciones propias de los sistemas agro climáticos en que vivimos... construir desde ellas, desde dentro, desde la familia mapuche. Allí está la fuerza de nuestras identidades territoriales, y en su desarrollo, con sus particularidades sociales, productivas, ambientales y políticas, estará la base del desarrollo mapuche” (Reflexión colectiva de las identidades Bafkehche, Naüqche, Wenteche, Pewenche. Comunidades y organizaciones. (http://www.sociedadcivil.cl 2002).

Estas identidades en la propuesta señalada establecen como desafío consolidar el resurgimiento y reconstrucción de las Identidades Territoriales Mapuche, como espacios reconocidos y validados desde la cosmovisión propia y se proponen profundizar el proceso de intercambio entre distintas identidades, territorios y organizaciones mapuche, apuntando a enriquecer cada uno de los procesos en desarrollo.

Algunos cientistas sociales contemporáneos han expresado que el término identidades territoriales apareció públicamente en 1999 con la propuesta de Tirúa bajo la denominación “Identidad Bafkehche de la Provincia de Arauco”, y ha adquirido mayor fuerza a raíz del Congreso Internacional celebrado en la misma comuna. No obstante lo anterior, existen otros antecedentes que datan del mismo año 1999, que dice relación con un comunicado público del ayjarewe de Xuf Xuf cercano a Temuco, el cuál inicia y termina su comunicado haciendo alusión a una identidad territorial, en este caso la wenteche:

“... Siendo las 6:30 de la mañana de hoy lunes 29 de noviembre, hemos iniciado el proceso de recuperación territorial Wenteche del territorio de Xuf Xuf y sus Ayjarewe... Doce lof mapu organizados, que significan, pu papay, pu lamgen, pu peñi, pu logko, pu kona, hemos dicho presente, aún estamos vivos. A pesar de la marginación y la pobreza en que nos encontramos, no hemos perdido nuestra dignidad. Hemos sacrificado a muchas generaciones de los nuestros, forzándolos a emigrar de su territorio ancestral... José Quidel Comunicación Exterior. Organización Wenteche Ayjarewegetuayiñ” (Foerster, R; Vergara, J. 2000:195).

Para otros, el tema de las identidades territoriales empezó a “...difundirse públicamente con la aparición del Consejo de Todas las Tierras como basamento de su política reivindicativa de recuperación de las tierras mapuches usurpadas, entre otras materias... (Caniullan, V. Entrevista 2003)”.

Desde el punto de vista émico, a través del mapuche kimün (conocimiento mapuche), se pretende aportar una nueva interpretación del concepto - identidades territoriales - sin despreciar todo el trabajo investigativo que dieron luz respecto de este tema. En el presente documento, se propone el término mapuche Füta el mapu, el que reconstruido a través de la memoria colectiva del che –hombre- tiene su origen en la forma de cómo éste se relaciona con su entorno, con su cosmovisión; y que por lo mismo, contiene elementos que se encuentran enraizados en una estructura sociopolítica –lof, rewe, ayjarewe, fütalmapu- cuya existencia no sólo es anterior a la fundación del Estado Chileno y de la invasión colonial, sino que es parte del fundamento y existencia de la sociedad y cultura mapuche, es decir tiene que ver con el az mapu y luego con el az che como su complemento, por lo que no es una condición desarrollada con posterioridad a la llegada de los españoles para enfrentar la guerra como lo señalan algunos autores.

2. Los Füta el Mapu: territorialidad mapuche

Para entender el concepto de territorialidad mapuche como ámbito de jurisdicción, desde el punto de vista émico, lo primero a señalar es que los conceptos fütalmapu y füta el mapu tienen acepciones similares referidos a espacios geográficos donde se desarrollan ciertas particularidades de la sociedad y cultura mapuche. Sin embargo, el concepto de Füta el mapu esta en relación con la divinidad y en este contexto: “... no tiene una traducción literal referido a un espacio geográfico que pueda delimitarse, ya que contiene o conlleva el sentido de –waj mapu (universo)- cosmos desde la perspectiva y los paradigmas mapuche, o sea, así lo dejó establecido el creador “El (creador) y Günen (controlador)”, y por tanto esta fuera del ámbito material; en cambio los conceptos de fütalmapu y fütalmapu tienen un sentido de referencia hacia una parte de la tierra o territorio que se puede limitar espacialmente por el che y que se traduce en la máxima expresión jurisdiccional del territorio en el wajontu mapu, que puede traducirse en los lof, rewe, ayjarewe y fütalmapu o fütalmapu (Sánchez, Juan G. Entrevista 2003)”. Respecto de estos conceptos (füta el mapu, fütalmapu o fütalmapu) hay que señalar que su delimitación, interpretación y ámbito de aplicación no es pacífica por lo que existe la necesidad de profundizar en futuros estudios su raíz etimológica, su relación con el territorio y con el universo a objeto de que pueda recoger la interpretación más acorde con la cosmovisión del pueblo nación mapuche. Sin perjuicio de lo señalado y buscando su conceptualización operacional dada la relevancia para la aplicación del derecho propio, se han recurrido a fuentes fundamentalmente orales.

Para entender el concepto füta el mapu o identidades territoriales mapuche hay preguntas que realizar: ¿Qué son los Füta el mapu o identidades territoriales?, ¿Cuál es la delimitación territorial de cada una si existen?, ¿Cuáles son? y ¿Qué diferencian unas de otras?. Para responder estas interrogantes se hace necesario partir por la relación: tierra-hombre-naturaleza; es decir, como se posiciona el che (hombre) sobre el mapu (tierra), porque esto le va a dar una visión distinta de su relación con la naturaleza, si bien todos los mapuche forman una cultura común, en vista de esta relación nacen las particularidades. Es así como los antepasados llegaron a determinar y explicarse la estructuración de su propio mundo, logrando comprender cómo se vincula con él la tierra y el medio que les rodea, de donde emana la fuerza o el poder que le permite la vida (mogen) al che y a la naturaleza, como actúa el che beneficiándose o perjudicándose frente a éstos poderes o espíritus de la naturaleza, donde todo esta normado, organizado y establecido, siendo el che uno más de los seres que componen el waj mapu.

Figura 1: Cuadro explicativo para comprender la formación de los FÜTA EL MAPU


 

[17] Compilación y análisis efectuado por Ramón Maureira Huircamán.