Portada Anterior Siguiente Índice | 4. Propuestas y Recomendaciones en el Ámbito de la Institucionalidad, la Definición y la Ejecución de las Políticas Públicas en Materias Concernientes al Interés de los Pueblos Indígenas

4. Propuestas y Recomendaciones en el Ámbito de la Institucionalidad, la Definición y la Ejecución de las Políticas Públicas en Materias Concernientes al Interés de los Pueblos Indígenas


4.1. Propuestas y Recomendaciones Relativas a la Instancia de Participación y Consulta de los Pueblos Indígenas

Creación de un CONSEJO DE PUEBLOS INDÍGENAS

4.2. Propuestas y Recomendaciones Relativas a la Creación de una Instancia de Investigación y Promoción de los Derechos de los Pueblos Indígenas

Creación de un INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN Y PROMOCIÓN DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS


4.4. Propuestas y Recomendaciones Relativas al Mejoramiento de la Pertinencia e Impacto de las Políticas Públicas Dirigidas a los Pueblos Indígenas

En orden a garantizar una mayor pertinencia e impacto de las políticas dirigidas a los Pueblos Indígenas, la Comisión recomienda:

Incorporar a individuos o grupos indígenas en la ejecución de los programas públicos que les están dirigidos

Área educacional:

Se propone promover el desarrollo de Sostenedores de Escuelas que tengan origen indígena, de tal manera que aseguren la preservación de las culturas originarias y la formación de las nuevas generaciones en el marco de sus tradiciones.

Estos sostenedores funcionarían en aquellos sectores con un alto porcentaje de población indígena y deberían pertenecer a la comunidad en la que están ubicadas las escuelas.

Área salud:

Se propone reconocer a los agentes de salud indígenas (machis, yatiris, etc.). Estos agentes podrán trabajar en coordinación con el personal de salud del sistema público y operar en sus espacios tradicionales, no siendo necesario que se trasladen a los centro de salud especialidad para proveer sus prestaciones.

Área vivienda:

Se propone abrir espacios para que pequeñas empresas constructoras indígenas postulen a la construcción de viviendas sociales destinadas a pueblos originarios. Se propone otorgar algún tipo de estímulo a aquellas empresas insertas en la comunidad donde las viviendas serán edificadas, promoviendo el rescate y utilización de patrones arquitectónicos indígenas que permitan construir viviendas pertinentes.

Ejemplos de ellos son:

En el área educacional, se debe permitir que indígenas no profesionales, con la capacitación pertinente, realicen cursos dirigidos a la preservación cultural en las escuelas de sus comunidades.

En el área salud se debe adecuar el funcionamiento interno de los consultorios para integrar –cuando proceda-- los procedimientos tradicionales de los agentes de salud indígenas (machis, yatiris, etc.).

En el área de vivienda se deben flexibilizar las regulaciones en la construcción de viviendas para que los conjuntos habitacionales construidos sean pertinentes a las características de las comunidades.

En el área desarrollo territorial se debe flexibilizar la oferta pública de instrumentos de financiamiento y programas de manera de favorecer su articulación y pertinencia, en razón del financiamiento de los planes de desarrollo territorial a los que se ha hecho alusión precedentemente.

En el área de mantención de caminos secundarios, permitiendo la constitución y operación de empresas comunitarias a las que pueden entregarse dichas labores. Se recomienda considerar la experiencia que en esta materia se han desarrollado en Perú con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo.

Las empresas que operan en comunidades indígenas también deberían operar con mecanismos de discriminación positiva contratando a empresas indígenas de la comunidad. Esto es especialmente relevante en el sector forestal, que subcontrata buena parte de sus necesidades de servicios con empresas externas. En una primera etapa, podría pensarse que la discriminación positiva equivalga a preferir, en igualdad de condiciones, a empresas locales, y en especial a aquéllas de pueblos originarios.

Capacitar y sensibilizar a funcionarios públicos y privados en la realidad y cultura indígena.

Considerar el financiamiento de la “pertinencia” de las políticas públicas dirigidas a los Pueblos Indígenas


[1] La Ley Valdés establece que el 50% de ciertas donaciones se puede rebajar directamente de impuestos, y el otro 50% se puede deducir de gastos.