Procesos
territoriales en el mapunche wajontu mapu: prehistoria y resistencia
anticolonial (siglo XVI – XVIII)
1.
Categorías Territoriales Mapuches
En
el presente documento han sido adoptadas las categorías territoriales
expuestas en el documento titulado “Las identidades Territoriales. Bases y
Fundamentos desde una perspectiva del conocimiento
Mapunche”
y que se fundan en la convicción expresada por sus autores de utilizar
conceptos provenientes del Mapunche Kimün, que ha estado ausente de la
bibliografía occidental en la materia.
Las
categorías utilizadas corresponden a las siguientes:
Mapu,
se define como tierras y se utiliza para definir los diferentes espacios en el
mundo Mapuche. A partir de este concepto se construyen otras categorías
territoriales como Lof Mapu, Bafkeh Mapu o Fütal Mapu. Al mismo tiempo, el
Mapu no solo refiere a lo tangible, a lo material, sino que tiene una
dimensión espacial que permite situar todas las dimensiones de la vida en
el universo, en este sentido esta usada la expresión Mapu en la
expresión Mapuche Wenu Mapu.
Mapunche
Wajontu Mapu, denota la pertenencia del che al Universo y se usa para describir
el territorio ocupado por la gente de la tierra, el
mapuche.
Mapu,
alude a espacios
Fütal
Mapu o Füta El Mapu, corresponde a las identidades territoriales,
integradas por conglomerados menores como son loa ayjarewe, los que a su vez
están consituídos por otras parcialidades como son los rewe,
conformados por unidades básicas fundamentales más pequeñas
que se denominan Lof
A
partir del Füta El Mapu, se hace referencia a la idea de territorialidad
que posee el Pueblo Mapuche como tal y que tiene como concepto rector a la
noción de Mapunche Wajontu Mapu. El que a su vez esta macro
categoría territorial está compuesto por dos grandes identidades
territoriales: Gulu Mapu y Pwel Mapu, identidades separadas por el Pire Mapu,
que corresponde al cordón montañoso de la Cordillera de Los
Andes.
El
Gulu Mapu, en la concepción del Mapunche Kimün, se extiende entre el
Pire Mapu y el Füta Bafkeh o mar Pacífico; y el Pwel Mapu, tierras
ubicadas al oriente del Pire Mapu.
2.
Prehistoria Indígena: asentamientos y territorios en la zona central y
centro-sur de chile
Para
comprender cómo se constituye el territorio cultural que posteriormente
conformará el Mapunche Wajon Mapu, se realiza un estudio y
síntesis comprensiva de sus antecedentes prehispánicos en las
zonas Central y Centro-Sur de Chile, en términos de cómo las
sucesivas poblaciones habitaron y domesticaron este extenso territorio.
Siguiendo un orden cronológico, que se inicia hace más de 10 mil
años antes del presente y termina con la llegada de los conquistadores
Inka, se exponen y discuten los principales acontecimientos
histórico-culturales que conforman la prehistoria indígena, desde
los cazadores de megafauna de fines de la Era Glacial, hasta la
constitución de las comunidades sedentarias y agromarítimas
distribuidas en la precordillera, valle longitudinal y litoral costero de todo
este territorio. La arqueología indica que las diversas poblaciones que
aquí habitaron se desarrollaron a través de procesos culturales
semejantes, aunque a lo largo de su prehistoria conformaron al menos dos
entidades étnico-sociales diferentes que la arqueología denomina
Complejo Cultural Aconcagua y Cultura El Vergel. Cada una de ellas se expresan
claramente al momento del contacto europeo en la zona central y centro-sur de
Chile, equivalentes a territorios culturales, por su unicidad. Se establece
también la existencia de una tercera identidad, todavía poco
conocida, asentada en la frontera entre ambas zonas.
- 3.
Deslindes Territoriales en el siglo XVI
Los
deslindes territoriales del Mapunche Wajontu Mapu, al contacto con los
españoles, en la mitad del siglo XVI se extendía en el Gulu Mapu,
desde el río Limarí, por el Norte, hasta la Isla Grande de
Chiloé, por el Sur, el mar Pacífico y la Isla Mocha, por el Oeste,
y la Cordillera Los Andes, por el Este.
En
el Pikun Mapu, al norte del Bío Bío, la presencia mapuche se
extendía hasta el río Limarí, pero desde el río
Maipo el territorio comenzaba a ser compartido con comunidades del Pueblo
Diaguita. Sin embargo, la mayor densidad de población mapuche se
verificaba hasta la Cuenca del río Aconcagua. En la época,
también se encontraban algunos asentamientos de población Mitimae
traída por el Inca y asentadas en las cuencas del río Aconcagua y
Mapocho. Por el Oeste, la presencia mapuche se extendía por toda la Costa
y ocupaba los valles costeros. Por el Este, estos asentamientos se emplazaban en
el Valle Central ocupando territorio de la pre-cordillera. Los mapuches del
Pikun Mapu eran denominados de distintas formas: Indios Chile, Mapochoes,
Pikones, Promaukaes o de acuerdo al nombre del Cacique o lugar donde
vivían, apareciendo en las crónicas o documentos de la
época colonial como Tagua Tagua, Cachapoales, Cauquenes y Maulinos, entre
otras denominaciones derivadas del Logko principal o de su localización
geográfica.
Al
Sur del Bío Bío los Fütal Mapu, se extendían hasta la
Füta Wapi Chilhue o Isla Grande de Chiloé. Identificándose
las siguientes identidades territoriales:
En
el Gulu Mapu: Bafkeh Che o Lafkenche (gente de la Costa, sector poniente de la
cordillera de Nahuelbuta), Naüq Che o Naüqche (abajinos, vertiente
oriental de la cordillera de Nahuelbuta), Wente Che (arribanos, pre - cordillera
de Los Andes). Estas identidades del Gulumapu se les denominó por los
cronista y otros Pueblos contemporáneo como: Moluches, Aucaes, Araucanos
y Voroganos.
En
el Pire Mapu: Pehue Che o Pewenche, Wiji Che o Wijiche e Ina Pire Che. A su
turno, a los Wijiche o Veliches dependiendo de su ubicación
geográfica los cronistas les denominaron como: Cuncos (La Unión),
Chauracahuines o Juncos (Osorno) y Payos (Costa de Queilen a Quellón
)
En
la vertiente oriental de la Cordillera de Los Andes se emplazaba el Pwel Mapu,
el que estaba conformado por las siguientes identidades territoriales:
Ragkül Che o Ranquelches, Mamuj Che, Chazi Che y Pwel Wiji Che o Wijiches
Serranos. Los cronistas usaron la denominación Pampas, Aucaes o Indios de
Chile para denominar a los Ranquelches y Manzaneros para identificar a los
Wijiches serranos.
4.
La resistencia y caída del Pikun Mapu: 1470 – 1557
La
resistencia Mapuche a los primeros proceso de ocupación de su territorio
se divide en dos períodos: El primero, caracterizado por la
oposición a la colonización Incaica, la que en inicialmente
ocupó hasta el río Maule. Los mapuches fueron denominados por el
Inca como Promaukaes (Guerreros Monteses), la resistencia mapuche hizo
retroceder al Inca hasta la Angostura de Paine y el río Maipo. Esta
ocupación Incaica se mantuvo al Norte del Río Maipo hasta la
llegada de las huestes españolas. El segundo período, corresponde
a la resistencia a la invasión hispana, iniciada por Diego de Almagro y
continuada por Pedro de Valdivia, que ingresa por el camino del Inca al Mapunche
Wajontu Mapu en el año 1540, internándose en el Valle del
río Mapocho y fundando un Fuerte en el cerro Huelen. Esta
incursión hispana fue resistida en el Pinkun Mapu entre los años
1541 a 1557, lo que significó la destrucción de las villas de La
Serena, Santiago y Concepción, y culminó con la derrota y muerte
de Lautaro, en Peteroa, a orillas del río Mataquito, frustrando el avance
estratégico de recuperación territorial propiciado por el Toki,
quedando el Pikun Mapu definitivamente sometido al dominio de la Corona
española.
5.
Rebelión Mapuche en la Araucanía: 1550 – 1604
Pedro
de Valdivia, una vez asentada la ocupación en el Pikun Mapu y fortificado
Santiago, se aventura hacia el Sur en el año 1549, enfrentándose
con las fuerzas mapuches en el paraje de Andalién, en el mes de Febrero
de 1550, encuentro en el cual triunfan las huestes españolas.
Posteriormente, es fundada la ciudad de Concepción, y en el año
1552 Valdivia se interna al sur del Bío Bío, para fundar la ciudad
de Imperial, Valdivia, Villarrica, Angol y levantar los fuertes de Arauco,
Tucapel y Purén, ocupando militarmente el territorio. Mientras los
españoles fundaban ciudades al interior del territorio Mapuche, la gente
de la tierra preparaba la rebelión ante el invasor.
En
1553 los guerreros mapuches dan muerte a Pedro de Valdivia, en el combate de
Tucapel, encuentro bélico al que le sigue la destrucción de todas
las villas levantadas por los españoles.
Tras
el triunfo mapuche y la retirada de los españoles, Lautaro decide
emprender la liberación del Pikun Mapu y acompañado de 700
guerreros se dirige al Norte, siendo sorprendido por el enemigo mientras
dormía a orillas del río Mataquito, muriendo en ese hecho, en
Abril de 1557.
A
la muerte de Lautaro le suceden el vejamen y muerte de los héroes
mapuches Galvarino y Caupolicán. Los enfrentamientos entre mapuches y
españoles en este período culminan con la victoria mapuche en
Curalaba, a orillas del río Lumaco, el 23 de Diciembre de 1598. En este
suceso, liderado por Pelentaru, se consolida la frontera Mapuche al sur del
Bío Bío.
6.
Reducción territorial y constitución de la fronteras.
La
reducción territorial en el Pikun Mapu se produce con la llegada de los
españoles en 1540, los que imponen el dominio y su
jurisdicción.
La
legitimidad de la conquista se sustentó en la Bula Intercaetera de 1493,
que permitió el reparto de las tierras indígenas en mercedes para
el español y la radicación en Pueblos de Indios para el Mapuche.
La población indígena quedó sometida al sistema de
encomiendas y, a pesar de la resistencia hasta mediados del siglo XVI, sus
tierras prontamente fueron enajenadas quedando reducidos los asentamientos
mapuches a una escasa proporción de lo que originalmente
tenían.
A
fines del siglo XVI las tierras mapuches del Pikun Mapu se encontraban reguladas
por el sistema legal de dominación hispano, y a partir de los inicios del
siglo XVII las tierras de los llamados Pueblos de Indios son mensuradas, en un
primer momento por Ginés de Lillo, entre 1603 y 1605, para la zona de
Aconcagua al río Maipo, y para las demás áreas se
realizaron las mensuras por las autoridades locales en base a las ordenanzas de
Ginés de Lillo y la tasa de Esquilache. A consecuencia de lo anterior, se
constituyeron Pueblos de Indios entre los ríos Limarí y Bío
Bío, cuya población fue constantemente desarraigada de sus lugares
de orígenes por el sistema de encomienda, sin que con ello se extinguiera
la propiedad indígena en el área.
En
el territorio al Sur del Bío Bío el Pueblo Mapuche goza de
autonomía territorial y política, la que se había logrado
en los hechos, luego de la victoria de Curalaba y consolidada en el derecho a
través del Parlamento de Quillin en 1641 y de Yumbel en 1692.
En
el territorio de los Cuncos, el Wiji Mapu, a partir del año 1608, en que
se declara la esclavitud del indígena, la gente de la tierra será
sometida a lo largo de todo el siglo XVII a una guerra esclavista, impulsada por
los españoles desde Calbuco y Carelmapu, lugares desde los cuales se
hacían las incursiones hacia Osorno, provocando el despoblamiento de todo
el territorio comprendido entre los ríos Maullín y Maipué,
en las cercanías de Purranque. Esta situación, a su vez, produce
una expansión territorial Wijiche hacia las Pampas orientales, en el Pwel
Mapu, generando una avanzada Wijiche sobre el Territorio Pewenche.
7.
Subsistencia de los Pueblos de Indios en el Pikun Mapu; Autonomía
territorial y Parlamentos en la Araucanía: S. XVIII
Durante
el siglo XVIII los pueblos de indios en el Pikun Mapu se encuentran sometidos
-algunos de ellos- a un proceso de pérdida y enajenación de sus
tierras y la desaparición de sus asentamientos, proceso que se da con
especial fuerza en el valle de Santiago. En otras zonas los pueblos de indios
ven reducida su población debido al traslado forzado a las encomiendas,
lo que genera ocupación de parte de sus tierras por españoles y
mestizo. A fines del siglo XVIII se declara el término de la encomienda y
la obligación de restituir la mano de obra indígena a su pueblos
originales, cuando esto no es posible los hacendados generan radicaciones de
indígenas en las propias haciendas. Los pueblos de indios quedan
sometidos al pago de tributo a la corona, obligándolos, en contra de las
propias disposiciones españolas, a arrendar parte de sus tierras, lo que
provoca la instalación dentro de las tierras indígenas de
mestizos, españoles y otras castas.
Durante
este siglo los mapuches reivindican sus tierras ante las autoridades
españolas, solicitando se les devuelvan aquellas que se encuentran en
manos de españoles. Esto genera un proceso de resistencia cuya principal
característica es impedir, a veces sin éxito, que se
efectúen mas reducciones y enajenaciones de sus tierras. Es importante
resaltar que la calidad de tierras indígenas de los pueblos de indios se
mantiene más allá del término de la colonia.
En
el territorio mapuche, al sur del Bío Bío, se comienza a
desarrollar un importante comercio fronterizo el que redunda en constantes
abusos cometidos por los capitanes de amigos contra los indígenas,
obligándolos a trabajar en las fortificaciones y haciéndolos
objeto de múltiples engaños comerciales. Todo ello, conduce a la
rebelión de Quechereguas y concluye con el abandono de los
establecimientos españoles ubicados al Sur del Bío
Bío.
A
partir del año 1764, se comienza a desarrollar una nueva política
española que es la construcción de ciudades y villas en la
Araucanía, iniciativa frustrada por el malón de Curiñanco,
en 1766.
Este
período concluye con el Parlamento de Tapihue en 1774, donde se reconoce
la soberanía de la corona española, la jurisdicción mapuche
al sur del Bio Bio, se regula la relación corona – pueblo mapuche a
través de los caciques embajadores, se mantiene la libertad del
territorio, se declara al indígena como vasallo de un mismo rey y se
establecen restricciones a las migraciones de población de un lado a otro
del territorio.
En
el Wiji Mapu, durante el siglo XVII operan dos frentes de ocupación
territorial hispana, uno de Valdivia y otro de Chiloé. En el sector de
Valdivia, la expansión comienza a partir del 1700 con las incursiones de
misioneros, instalación de fuertes militares y la constitución de
la propiedad rural española, a orillas del río Bueno, en 1750.
Desde la Isla Grande de Chiloé, los sucesivos intentos por abrir el
camino que los uniría por tierra con la ciudad de Valdivia genera una
estrategia basada en incursiones militares y múltiples intentos de
reconocimiento para la ocupación del territorio.
En
1792, tras la rebelión de Río Bueno y la derrota Wijiche, se
iniciará la ocupación del territorio logrando el Español
redescubrir y refundar la ciudad de Osorno, propiciando para ello la
realización del parlamento de Quilicahuín y el Tratado de las
Canoas de 1793, por el cual los mapuches ceden las tierras para el
reasentamiento español, permiten la instalación de misiones y se
someten a las leyes españolas.
Durante
los años posteriores los Llanos de la Unión y Chauracahuín
se transforman en propiedad agrícola española, la que
dividirá el territorio Wijiche entre el Pilmaiquen y el
Rahue.
8.-
Ocupación del Pwel Mapu o Puel Mapu: siglos XVII y XVIII
Concluida
la guerra de Arauco, comienza a constituirse una espacio fronterizo que se
consolida entre los años 1650 y 1800 y que se extiende por la vertiente
oriental de la Cordillera de Los Andes hasta la pampa trasandina, entre los
ríos Limay por el Sur, hasta el río IV por el Norte.
Este
territorio es objeto de ocupación territorial por el pueblo mapuche
durante este período, produciéndose un proceso de asentamiento de
Fütalmapus mapuches en la pampa y al mismo tiempo un proceso de
asimilación y homogenización cultural de otros pueblos existentes
en este territorio, todos los cuales adoptaron la lengua y modos de vida
mapuche.
El
proceso de ocupación se consolida en el siglo XVIII a través de
las incursiones maloqueras de grupos pertenecientes al pueblo mapuche, cuyos
objetivos en los distintos períodos históricos fue generar
alianzas estratégicas para apoyar la guerra librada en Arauco con los
Españoles, tanto las llamada guerra de Arauco como los levantamientos
posteriores, y promover el comercio fundamentalmente de ganado a través
del cual los mapuches surtían los centros de distribución del
Valle Central de Chile que proveían los nuevos polos comerciales como por
ejemplo Potosí.
Durante
este período se produjeron importantes procesos migratorios mapuches
siendo el más relevante el de los Ragkülche cuyos Ayjarewes se
instalaron en las riberas del río chadileuvú y el sector del
Salinas Grandes.
A
través del Parlamento de Lonquilmo en 1784 la autoridades coloniales del
Reino de Chile reconocieron expresamente la existencia del Pwel Mapu, haciendo
expresa mención a que integran el cuarto Fütalmapu Mapuche los
Pwelche e Indios Pampas, desde Malalhue y fronteras de Mendoza hasta el
Mamüj Mapu, situados en las Pampas de Buenos Aires, los que conforman un
cuerpo y parcialidad con Pwelche y Pewenches de Maule, Chillán y Antuco e
intentan incorporar a estas parcialidades al proceso de negociación
parlamentaria que se desarolla en el Gulu
Mapu.
Es
característico del Pwel Mapu durante el S. XVIII, 1711 a 1785, las
malocas protagonizadas fundamentalmente por los Ayjarewe y Conas Mapuches. Estas
incursiones bélicas se efectuaban mediante importantes alianzas
interétnicas entre los distintos pueblos que habitaban las pampas
orientales y significaron un duro golpe para la estabilidad del Virreinato del
Río de la Plata y, fundamentalmente, de los hacendados españoles,
lo que obligó a los españoles a buscar una forma de establecer la
paz en el Pwel Mapu, lo que se logra con el acuerdo de paz al que convoca el
Maestre de Campo Amigorena, el 30 de Junio de 1799 en el Fuerte de San Carlos,
donde Amigorena reconoce como cacique principal al Logko Carripilon, autoridad
máxima de los Ranquelches, quién se alía a los
españoles en común acuerdo con los Pewenches. Fuera del acuerdo
siguen los Wijiches, quienes son declarados enemigos.
9.
Situación del territorio y las tierras mapuches en los albores de las
Repúblicas de Chile y Argentina
El
territorio mapuche en los albores de la constitución de las
Repúblicas de Chile y Argentina tenía por deslindes que demarcaban
su espacio de independencia, en el Gulu Mapu, el río Bío
Bío y Laja, por el norte. Por el Este, el mar pacífico, desde el
Bío Bío hasta aproximadamente San José de la Mariquina,
sobre el río del mismo nombre. Por el sur, una línea que
subía por San José de la Mariquina hasta Panguipulli –
Riñihue, atravesando la cordillera y siguiendo en el Pwel Mapu por el
río Limay, deslindando al Este con el Río Salado y al Norte con el
Río
Diamante.
En
las zonas adyacentes a este territorio independiente se podían distinguir
las siguientes realidades. Al norte del Bío Bío y hasta el
Limarí, subsistían buena parte de los pueblos de indios y de los
nuevos asentamiento de comunidades mapuches dentro de algunas
haciendas.
Estos
pueblos de Indios, con la instauración de la primera Junta de Gobierno
intentaron ser reducidos a unas pocas unidades y en ellas someterlos a un
proceso definitorio de asimilación cultural y económica, cuyo
proyecto no fue posible efectuar debido a la reinstauración del gobierno
español entre los años 1814 y 1817, que volvió a establecer
la política de protección de tierras de los siglos
anteriores.
Solo
a partir de 1823, el gobierno de Chile legisló sobre las tierras de
pueblos de indios, e insistió sobre su mensura y remate con la ley en
1830, con lo que se consolidó la usurpación de parte de las
tierras indígenas del Pikun Mapu, subsistiendo los Pueblos de Indios y la
calidad de tierras indígenas de los mismos.
I. Prehistoria
indigena en el territorio mapuche
1. Prehistoria
en chile
central
Desde
sus albores hasta la conquista del
Tawantinsuyu
Para
los propósitos de esta síntesis prehistórica, se
considerarán las variables medioambientales y ecogeográficas de
esta región en términos de los recursos de subsistencia que
ofrecen, ya que son esenciales para comprender la naturaleza del poblamiento
indígena y los tipos de asentamientos desarrollados a través del
tiempo.
Desde
la perspectiva ecogeográfica, el territorio considerado como
Chile
Central se extiende
desde el río Choapa por el norte, hasta el río Maule, por el sur,
incluyéndose en esta región, las cuencas de los ríos
Aconcagua, Mapocho, Maipo, Cachapoal y Mataquito.
Si
bien es cierto que desde hace 10 mil años atrás (fines del
período glacial e inicios del Holoceno Temprano), las grandes unidades
geomorfológicas de la zona central no han cambiado sustancialmente, si lo
ha hecho el paisaje -asociado a cambios en el clima con períodos
más húmedos o de mayor aridez-, la vegetación y la
topografía, configurándose hace más de tres mil años
las condiciones actuales. Por ejemplo, las intensas ocupaciones de
cazadores-recolectores en el norte de la cuenca del Mapocho (área Batuco,
Lampa y Chacabuco) no pueden comprenderse sin considerar las antiguas
formaciones boscosas existentes, que ofrecían potenciales recursos
vegetacionales y cotos de caza privilegiados, hoy prácticamente
extinguidas por la desecación y su histórica
sobreexplotación. O, la ocupación del litoral costero por parte de
poblaciones pescadoras en lugares que hoy en día son terrazas muertas y
alejadas de la costa por las fluctuaciones del nivel del mar producidas por las
glaciaciones. Por último, la extinción de la megafauna en el
Holoceno Tempran,o que implicó grandes cambios en el modo de vida de las
primigenias poblaciones cazadoras, de sus lugares de asentamiento y sus
tecnologías.
De
acuerdo a ello y para estudiar y comprender la prehistoria de Chile Central, los
arqueólogos han establecido en la actualidad tres unidades
morfológico-ambientales en función de los recursos de subsistencia
y las posibilidades complementarias que ofrecen a la población y al
asentamiento humano
(sensu
Fallabella y Stehberg 1986). Estos son:
- La
cordillera y precordillera
Se
encuentra muy próxima al valle central y conectada a través de las
quebradas que bajan y nutren las principales cuencas hídricas de Chile
Central. Esta ofrece una variedad de pisos ecológicos distribuidos en
tramos cortos, con diversidad de recursos vegetacionales y faunísticos,
pastizales y vegas, recursos líticos y minero-metalúrgicos, y
zonas aptas para la horticultura, permitiendo el asentamiento humano el
año corrido a través del traslado por las distintas ecozonas.
Aunque los Andes son elevados en este sector, presenta varios pasos trasandinos
que han permitido el movimiento y contacto constante de las poblaciones hacia un
lado y otro de la cordillera durante toda la prehistoria. La cordillera de la
costa, por su parte, con menores elevaciones y bastante disminuida hacia el sur
de Chile Central, presenta valles intermontanos ricos en recursos vegetacionales
silvestres de recolección y un buen potencial
agrícola.
- El
Valle central
Este
incluye el valle longitudinal o depresión intermedia que se extiende al
sur del cordón de Chacabuco, y el área de las principales cuencas
hidrográficas tales como Aconcagua, Maipo y Cachapoal, todas las cuales,
con sus extensas planicies, valles y rinconadas, son potenciales zonas para la
agricultura. Hasta antes que se incorporara la tecnología
hidráulica, las primeras poblaciones agroalfareras de la región,
ocuparon las rinconadas y riberas de ríos para aprovechar sus suelos
fértiles y aguas durante los secos veranos que caracterizan la
región. Más tarde, la utilización de estas
tecnologías como el riego artificial, permite a la población
aumentar sus espacios de asentamiento y actividad agrícola hasta ocupar
gran parte del valle central. Las zonas de transición vegetacional, como
las que se producen entre los bosques escleróficos de espinos y
algarrobales (“chañarales”, al decir de los primeros
cronistas que describen el valle), típicos del borde septentrional de la
gran cuenca de Santiago y el llano que se le sucede, fueron en tiempos
prehispánicos bastantes más densos que en la actualidad y por
tanto, espacios privilegiados para un importante asentamiento humano, debido a
la disponibilidad de una amplia gama de flora, fauna y recursos
hídricos.
- El
litoral costero
Comprende
una franja litoral geomorfológica continua y bien diferenciada que se
extiende desde aproximadamente Papudo por el norte hasta la desembocadura del
río Maule, por el sur. Esta área incluye además de los
recursos de subsistencia propios del litoral costero (mamíferos, peces y
aves, crustáceos y mariscos), aquellos de los ámbitos lacustres
cercanos y el de las desembocaduras de ríos y esteros (Aconcagua, Maipo y
Maule); en estos últimos se utilizaron sus fértiles terrazas para
actividades hortícolas y como recurrentes vías de
circulación natural hacia los valles interiores de Chile Central. Estas
zonas presentan múltiples y diversas ocupaciones humanas, desde los
más tempranos y móviles grupos de cazadores-recolectores del
período Arcaico hasta las más permanentes sociedades agroalfareras
tardías, que explotaron de manera continua los variados recursos que
ofrecía esta ecozona.
1.1.
Los cazadores del Período Paleoindio: